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Un comienzo de fantasía para Chicago

El mítico Madison Square Garden fue el escenario afortunado de albergar a dos equipos de realidades diferentes. Por un lado, los Bulls, con la recuperación de Derrick Rose y la llegada de Pau Gasol como máxima figura. En el otro, el local, que continua con una línea parecida a la de la temporada pasada, con algunos jugadores jóvenes.

Y hoy fue la prueba cabal de que los de Chicago están firmemente para candidatos. Mientras que los Knicks no la tendrán muy fácil para clasificar, siquiera, a los playoffs. Aunque corran con el favor de jugar para la débil Conferencia del Este. Fue una paliza la que le propinaron los visitantes, con victoria por 104 a 80, que aflojaron, por suerte, en el último cuarto.

En el arranque, todo pareció distinto. Stoudemire fue una aplanadora en ataque, que lideró a los neoyorquinos a ponerse con 8 de los 14 puntos del equipo, cuando ganaban 11 a 14 a mitad del primer periodo.

Pero lentamente el encuentro fue amoldándose a la realidad. Con el español Gasol bajo la pintura, que sacó muchísimas faltas ofensivas y anotaba con la marca encima. El resultado comenzó a transformarse en una pesadilla para los Knicks, que se retiraron abajo por 24 a 20, impensado desde el comienzo.

En el segundo cuarto, fue aun peor el trabajo del local. Entre tantas individualidades, nadie tenía la llave para convertir. Especialmente J.R. Smith, que fue uno de los que más intentó anotar y no pudo. Una eficacia muy pobre que ponía en jaque a los de la Gran Manzana. Jason Smith fue lo más regular, junto a Dalembert que no se cansó de dar excelentes pases de pique.

En la otra mitad, todo era color de rosa. Thibodeau se encontró con un equipo repleto de variantes. Con muchos más francotiradores que la campaña pasada, como McDermott o Hinrich, con penetradores exquisitos, tanto Rose como el joven Brooks desde la base, con Taj Gibson como actor principal en el poste bajo y alto, y con dos torres bajo el aro, como Gasol o Noah, aunque hoy no haya sido un gran partido para el francés.

Sólo fueron diez puntos los que separaron a ambas franquicias al cierre de la segunda mitad (53-43) pero podría haber sido mucho más, o al menos eso se estimulaba con que iba a pasar.

En el segundo tiempo, New York parecía tener ganas de acercarse al marcador. Pero le resultaba imposible. Una ecuación matemática no lo dejaba achicar: baja efectividad propia + alta efectividad contraria. Así fue todo el partido. Y a medida que los minutos crecían, más grande era el cálculo.

Al local no le salió nada. Carmelo Anthony, que recién consiguió su primer triple en el tercer cuarto, fue el máximo anotador con apenas 14 puntos, escoltado por Stoudemire, con 12, que se apagó tras el brutal primer periodo. Los jugadores neoyorquinos sabían que dependían de la estrella y por eso fue el que más tiros tomó, pero tuvo una efectividad del 38% que no dejó ayudar demasiado y dejó a su equipo abajo en el marcador por 24 unidades (84 a 60).

Las pérdidas que provocaron los locales en el último cuarto fueron la gota que rebasó el vaso. Por si las cosas salían mal, fueron cada vez peor. Los suplentes fueron los que mayor tiempo tuvieron en el segmento final en ambos equipos, ya con el partido sentenciado. Pero el rumbo del partido y la ecuación no cambiaron.

La aplastante victoria de 104 a 80 final, tuvo a Gibson, con 22 puntos como máximo anotador, escoltado por los 21 de Gasol, que también fue el mayor reboteador con 11 y a Brooks como el asistidor de la noche, con 6. No es coincidencia que los tres sean de Chicago. Como tampoco lo es que seis jugadores del plantel superen los doble dígitos. Resulta ser que, en Nueva York, andan unos toros perdidos por la ciudad.

Lucas Barreña

En Twitter @LucasBarrena

www.pickandroll.com.ar

COMENTARIOS (1)

flaca 30/10/2014

NY no juega a nada, hacen una triangulación malisima q la defensa rival le saca la ficha al toque... Fisher tiene poca vida me parece. Chicago, equipazo!!!

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