Un paso obligatorio que se saldó satisfactoriamente. Argentina cumplió con la diferencia real que hay en cancha tomándose seriamente el partido ante Perú.
Casalánguida dispuso un equipo ultra joven para abrir con Perú, con Vildoza (20 años), Nicolás Brussino (23) Gabriel Deck (21), Javier Saiz (22) y Marcos Delia (24). Y en virtud de esa juventud el ritmo fue vertiginoso, que se transformó en desprolijidad.
Cuando corrían los primeros cinco minutos el parcial era un flaco 6-4 para Argentina que tenía a un errático Delia (1/4) pero luego del pedido de tiempo muerto de Nicolás Casalánguida el equipo se tranquilizó y sacó lo mejor de su juego de transición en velocidad y anotó de contraataque vía Gabriel Deck y Javier Saiz al tiempo que aparecieron los tiros abiertos de Nicolás Brussino (2 triples). En apenas 5 minutos la distancia se abrió a 9 puntos en el cierre del primer cuarto (23-14)
Para el segundo cuarto llegó la rotación completa del equipo nacional y fue Nicolás De los Santos quien puso en funcionamiento toda la maquinaria, con Schattmann y Mainoldi bombardeando la defensa peruana y Acuña en el poste bajo.
Perú en 15 minutos de juego llevaba un dignísimo juego (37-25 a falta de 4:30) atacando fuerte el canasto y tomando los tiros que podía ante la supremacía física de los argentinos. El tirador Fuller (12) sostenía la estructura ofensiva peruana.
El técnico nacional puso en cancha juntos a cuatro jugadores que este año fueron compañeros en Gimnasia de Comodoro: De Los Santos, Schattmann, Aguerre y Mainoldi y con Marcos Delia de pivote. Esa formación movió muy bien el balón y encontró bien parado a los tiradores, por eso rápidamente la distancia se abrió a 20 puntos (47-27).
Luego volvió la rotación, ingresaron Balbi, Romano, reingresó Brussino y Argentina siguió ampliando la ventaja (54-27). Con parcial de 17-2 en 4 minutos la selección tomó una distancia que empezaba a definir el juego y solo dejaba la continuidad del partido en relación a la distancia final.
La intención argentina en el segundo tiempo fue mantener la intensidad defensiva para luego ser muy vertical con el aro, mostrando la misma voracidad ofensiva del primer tiempo. Perú sin respuesta de equipo buscó soluciones individuales que lo llevaron por un camino peor.
En cinco minutos del tercer cuarto la distancia había pasado el doble (67-32) cuando Perú intentó vanamente una zona que fue desarticulada por el equipo nacional. La distancia trepó a 74-32 a falta de 3 minutos y volvieron los cambios en Argentina rotando todo el plantel. El tercer cuarto cerró con una demoledora ventaja de 84-32.
La máxima en el último cuarto se amplió a 55 (87-32) y luego de un impass en el ritmo ofensivo por algunos minutos (propios del escaso nivel del rival), otra vez Argentina siguió sumando hasta una brecha final que terminó en 62 puntos de diferencia (105-43).
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Galeria de Fotos: fiba.com
Pablo Tosal
@pablotosal
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