Ocho largos años. Ese es el lapso que transcurrió desde el primer Sudamericano de la categoría, disputado en Asunción, y este que acaba de concluir en Ibarra. ¿Similitudes? El mismo monarca: Argentina.
A diferencia de lo acontecido en semifinales, Venezuela demostró ser un rival muy duro, y así lo dejó saber en los primeros dos minutos, donde se disparó al frente, 4-0. La celeste y blanca debió redoblar esfuerzos en ambos costados del campo para equiparar las acciones, y de esa manera llegar igualados en 5 al promedio del capítulo inicial.
Recién en ese momento nuestras chicas pudieron hacer pesar su juego, y teniendo como abanderada a Acevedo (10 puntos en ese lapso), estampar un parcial de 10-2 en tres minutos, para comandar las acciones por 14-10; aunque al cerrar el periodo el tanteador volvería a estar equiparado (14-14).
El regreso de la acción devolvió un golpe por golpe, que duraría poco, dado que las defensas prevalecieron, y en consecuencia, las anotaciones sufrieron una merma considerable durante gran parte de ese segmento.
Sin establecerse grandes diferencias, y mucho menos un líder claro de las acciones, fue la escuadra criolla la que logró ingresar al descanso largo con una escueta ventaja: 27-25.
Otra sería la historia en el segundo tiempo. Rápidamente nuestras chicas consiguieron estirar el margen a seis puntos (31-25), y si bien fue igual de contundente la respuesta “vino tinto”, comenzaron a verse grietas en el andamiaje rival, propias del desgaste del juego y el cúmulo de actuaciones en días sucesivos.
La rotación no le dio resultado al adversario para generar un cambio en el rumbo del match, manteniéndose cerrado y por grandes pasajes en constante cambio de liderazgo, aunque una vez más la Argentina se las ingenió, en este caso puntual a través de libres de Chagas, para llegar al capítulo final arriba, 42-40.
El escenario de al menos un tiempo suplementario fue acrecentándose con el correr de los minutos, dado que ninguna de las dos escuadras encontraba recursos que le sirvieran de llave para destrabar el cotejo.
Sin embargo, y como sacado de otro partido, la celeste y blanca golpeó con contundencia en el momento preciso, y precipitó un cierre impensado.
A falta de dos minutos, las dirigidas técnicamente por Laura Cors establecieron un parcial de 7-0, producto de la conjugación que se dio entre un triple de Chagas, y dos dobles, uno de Rugna y otro de Fontana, para sacar siete de luz (58-51) y patear el tablero.
Desorientada, Venezuela solicitó minuto, y con ataques rápidos, sumados a faltas sistemáticas en búsqueda del error desde la línea por parte de las nuestras; encomendó sus esperanzas. Por fortuna para nuestra selección, la eficacia no fue esquiva, y en consecuencia, llegó el merecido festejo.
Con Acevedo nombrada MVP del torneo, la celebración incluyó la recepción del trofeo pertinente, y el infaltable corte de redes para una camada que hace un año, hacía lo propio en U14, teniendo como escenario el CeNARD. Dos torneos, dos campeonatos, y en el horizonte un nuevo objetivo; el FIBA Americas U16 del año entrante.
La jornada inició con el triunfo de Uruguay sobre Chile 71-66, apoderándose de esa forma del quinto puesto. La definición del último peldaño del podio fue para Colombia, que superó a Ecuador 57-44.
Síntesis
Argentina (65): Ariana Rugna 4, Sofía Acevedo 25, Florencia Chagas 14, Candela Gentinetta 12 y Victoria Gauna 4 (inicial); Rocío Bereilh 0, Rocío Cejas 0 y Brenda Fontana 4. DT: Laura Cors.
Venezuela (54): García 8, Zapata 21, Pérez 6, Russian 0 y N. García 11 (inicial); Guedez 0, Morales 0, Arias 1, Chirinos 4, Anes 0 y Moreno 3. DT: Brickman Morales.
Parciales: 14-14 / 27-25 / 42-40.
Fotos: Gentileza FEB.
Emanuel Niel
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No publican esto 07/12/2016
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