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La vara estaba muy alta

La previa: Con muchas expectativas

La Unión de Formosa no suele partir en las primeras posiciones en las predicciones previas de los especialistas antes del comienzo del torneo. Sin embargo, el hecho de haber llegado a la final en la temporada pasada hacía que este año el conjunto formoseño sea visto de otra manera a la hora de analizar las posibilidades de todos.

Para potenciar esas expectativas previas, La Unión retuvo una base importante de la que lo llevó a ganar la Conferencia Norte, a jugar la final con San Lorenzo y a clasificarse a la Liga de las Américas. Narvarte, Francis, Konsztadt, Piñero, Orlietti o Gamboa seguían en un equipo que asomaba como para dar pelea importante en el Norte.

Además llegaron jugadores como Diego García, José Vargas Díaz o Jeremías Sandrini para reemplazar a los que no retornaron (Frazier, Fraga). Era una mezcla que asomaba como interesante, más aún teniendo en cuenta que la base histporica ya tenía un año de trabajo en el lomo. Era hora de empezar a jugar yt afrontar la doble competencia.

La primera fase: Alta irregularidad

El comienzo del campeonato para La Unión de Formosa fue bastante lineal. En los ocho primeros partidos que disputó el equipo de Guillermo Narvarte, siempre ganó el local. Con tres duelos en el Cincuentenario y cinco lejos de Formosa, el registro marcaba un 3-5 neutro, pero que dejaba margen para crecer a medida que fuera pasando la Liga.

Un triunfo en Paraná ante Echagüe rompió esa tónica y permitió soportar una derrota en Concordia que achicó el registo a 4-6, aunque con saldo positivo ya que solamente había jugado tres partidos en casa. La cosa mejoró aún más tras un paso por Córdoba que incluyó victorias ante Instituto y Atenas, más un triunfo en Formosa ante Libertad.

Con un 7-6 y cinco partidos por jugar de local en casa, todavía había chances de Súper 4, o al menos de cerrar la fase inicial con registro positivo. Sin embargo, apenas dos triunfos en el Cincuentenario hicieron que la primera parte del campeonato se cancele con un 9-9 neutro, y lejos de los puestos de vanguardia en la durísima Norte.

El comienzo de la segunda fase: Pensando en la Liga de las Américas

La gira marplatense y tres juegos durísimos de local (San Lorenzo, Bahía, San Martín) serían los cinco partidos finales del 2016 y además una gran muestra sobre el nivel de cara al receso. Las victorias ante bahienses y correntinos hicieron que La Unión se vaya a descansar 11-12, y con señales positivas de cara al duro comienzo de 2017.

Si el final de año fue difícil, el inicio del siguiente fue similar. Los dos partidos en Corrientes serían una prueba de fuego de cara al gran objetivo, la Liga de las Américas. La Unión, si bien perdió ante Regatas y San Martín, jugó de igual a igual con ambos, por lo que viajó hacia Mexicali lleno de ilusiones pensando en la clasificación.

Primera fase de la Liga de las Américas: Gran clasificación

Un vistazo previo al grupo no anticipaba facilidades para La Unión. Jugando de visitante ante Soles, Aguada y Correcaminos, el equipo de Guillermo Narvarte no asomaba como favorito en las apuestas, pero siempre sabiendo que un argentino es un hueso duro de roer para cualquiera en este tipo de certámenes. Y allí estaba el conjunto formoseño.

Liquidó rápido la cosa La Unión. Superó a Aguada y Correcaminos de entrada, por lo cual la derrota ante Soles no tuvo mayores consecuencias. Gran faena formoseña en Mexicali en lo que fue, casi sin ningún tipo de dudas, la mejor seguidilla de encuentros de La Unión de Formosa a lo largo de toda la temporada 2016/2017 en ambas competencias.

La continuidad de la Liga Nacional: Sin levantar cabeza

Ya de vuelta al pago tras su paso por México, a La Unión lo esperaban nueve partidos por la Liga Nacional. Con un registro de 11-14, el equipo dirigido por Guillermo Narvarte no tenía mucho tiempo para perder si quería seguir enfocado en el objetivo de pelear la clasificación a los playoffs en el torneo local. Las dos primeras victorias ilusionaron.

Sin embargo, el despegue nunca llegó. Importantes victorias (Regatas en Formosa, Olímpico en La Banda) contrastaron con derrotas inesperadas como ante Obras e Hispano Americano en Formosa. Por eso, de cara a la nueva participación continental, La Unión tenía un 16-19 que no lo metía en zona de playoffs en la Norte tras 35 partidos jugados.

La segunda fase de la Liga de las Américas: Eliminación digna

Si el grupo anterior había sido difícil, la segunda fase le entregaba un calendario aún más duro al elenco formoseño. El anfitrión Fuerza Regia, más Guaros de Lara y Soles de Mexicali conformaban una zona durísima en la que el equipo dirigido por Guillermo Narvarte tendría que mostrar su mejor versión para cumplir el sueño de llegar al Final Four.

Sin embargo, la ilusión se desvaneció rápidamente con las derrotas ante los clasificados Fuerza Regia y Guaros. Ya en la última fecha, para cumplir con el fixture, el conjunto formoseño derrotó a Soles de Mexicali y cerró una participación internacional en la que pudo competir de forma más que aceptable ante las potencias continentales.

El cierre de la Liga Nacional: Triste, solitario y final

De vuelta a la Argentina tras la eliminación continental, La Unión ganó dos partidos seguidos en Formosa y llegó a un 18-19 que lo ilusionaba a futuro. Sin embargo, ganó apenas uno de sus siguientes seis encuentros, cayó a 19-24 y jamás pudo volver a meterse en la conversación por clasificarse a los playoffs en la durísima Conferencia Norte.

Faltaban trece partidos, pero la moral ya estaba muy baja. Un equipo desgastado física y anímicamente apenas ganó tres encuentros (uno de los últimos ocho) y solamente cuenta como algo importante el hecho de haber condenado a Boca a jugar el playoff por la permanencia. El resto, sumamente olvidable para un conjunto que rápidamente quedó afuera.

Balance final: La vara estaba muy alta

La digna participación en la Liga de las Américas puede ser señalada, si se quiere, como un punto aceptable dentro de una temporada flojísima en lo puramente deportivo. La Unión no apareció nunca como candidato a quedarse con el máximo torneo continental, pero compitió de igual a igual con todos y se fue con la frente en alto del campeonato.

Lo que no tiene que ver con lo puramente deportivo es algo también en lo que La Unión se mantiene bien. Con un estadio imponente, no se le conocen problemas graves fuera de la cancha a los formoseños. Eso sí, la bajísima concurrencia de público al Cincuentenario es un problema que se reitera año a año y que no parece tener solución alguna.

Lo mejor de toda la 2016/2017 para La Unión de Formosa fue su participación en la Liga de Desarrollo. Dueño de una camada joven e interesante, el conjunto formoseño encadenó victorias en cantidad y clasificó sin problemas al Final Four. Cayó ante el tricampeón Bahía Basket en cancha de Ferro, pero atención con la cantera de La Unión a futuro.

No se puede decir que sea algo negativo haber mantenido la base de un equipo que fue subcampeón y que se clasificó a la "Libertadores del Básquet", pero lo cierto es que por algún motivo u otro esos jugadores (y los refuerzos) no rindieron de igual forma que en la 2015/2016. Totalmente intrascendente, terminó anteúltimo aunque sin problemas de descenso.

Faltó un volantazo, un golpe de timón para intentar enderezar una temporada que fue intrascendente casi desde su comienzo. Sin cambios relevantes más allá de algún que otro extranjero, La Unión terminó último entre los nueve equipos que "compitieron" en el Norte. El paupérrimo nivel de Echagüe de Paraná lo terminó salvando de males mayores.

Leonardo Chianese (@leodeflores)

COMENTARIOS (1)

butaca 21/05/2017

EXCELENTE REPASO, RESUMEN Y RELATO DE LO QUE FUE ESTE ANO EN FORMOSA. VAMOS LA UNION ......

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