Ambos son equipos parejos, equilibrados incluso en sus defectos y virtudes, que están obligados a jugar al mayor potencial para quedarse con la victoria. A ninguno de los dos le sobra nada y las diferencias suelen ser detalles que marcan la diferencia. Profundizaremos en esos detalles.
Quilmes es hoy local y tiene la oportunidad de cerrar la serie. Tuvo un par de buenas noticias el pasado jueves en el partido que abrió la serie. En principio dio vuelta la imagen que dejó el lunes. Hay que empezar por allí porque salir en 72 horas de un revés en el clásico es fundamental para no caer en múltiples problemas de confianza. Y lo hizo en un juego donde dominó el desarrollo desde el segundo cuarto en adelante, pero Peñarol volvió en el tanteador a equilibrarlo. Prueba de autoridad superada.
Porque dominar un juego, ganarlo hasta por 14 puntos y que de repente estén empatados es para quebrarse moral y mentalmente. Quilmes ganó ajustadamente el partido, pero no lo dejó escapar. Ese punto suma mucho en esos intangibles buscado por los entrenadores que hacen que sus equipos superen diferentes pruebas.
En el juego Quilmes tuvo varios problemas en el primer cuarto, pero encontró soluciones con una defensa zonal en el segundo cuarto, que luego utilizó muy poco, pero le sirvió para dar vuelta la cancha. Fue una zona de mucho riesgo con múltiples cambios en la rotación, pero el equipo de Bianchelli debía tomar riesgos si quería cambiar el viento del partido. Y lo logró.
El valor que se lleva el cervecero del juego del jueves no es su segundo cuarto, sino el segundo tiempo, que pudo por fin defenderlo hombre a hombre a Peñarol y no perder el duelo ante la diferencia física que impone el Milrayitas.
Y otra buena noticia fue encontrar a Bruno Sansimoni como alguna vez lo vio. No se esperaba de Bruno que haga lo que no puede, sino que vuelva a mostrar lo que alguna vez tuvo. Y lo hizo. Es fundamental para Quilmes encontrar un base que le de descanso de calidad a Nicolás Ferreyra y el equipo pueda rotar con 5 jugadores la media cancha. Sansimoni (15 pts, 3/6 de campo) sufrió ante la marca de Zurschmitten (10 pts, 1/5 de campo) pero le ganó el duelo en puntos y marcó diferencias desde allí.
Finalmente algunos interrogantes que se abren para hoy y que vienen de estos juegos con Peñarol: en la derrota del lunes (98-85) el cervecero convirtió 5/21 en triples (23%). El jueves fue 7/15 (46%). Si bien es importante el porcentaje mucho más raro es la cantidad de tiros. Quilmes es un equipo que lanza 29.5 triples de promedio por juego. En esto dos últimos Peñarol puso especial énfasis en dicho aspecto, y un juego lo perdió bien, pero el otro (y sin que use esa herramienta) lo pudo ganar.
Entonces, ¿es buena o es mala la lectura para Quilmes? ¿Volver a su dinámica ofensiva perimetral o trabajar el partido de forma especial como el jueves?. Lo veremos esta noche. En dicho aspecto parece ser Enzo Ruiz el jugador más afectado ante esta situación, por eso Basabe pasó a ocupar más espacios.
Hay un párrafo especial para Ricky Sánchez. El boricua, único extranjero de Quilmes esta temporada, está en la picota de todos menos de entrenador que ni piensa en un cambio. Jugó 33 minutos en la derrota del lunes (sin Maciel) y 36 en la victoria del jueves (con Maciel), siendo el jugador que más tiempo está en cancha. Para el entrenador es fundamental en muchos intangibles, pero pide que sea más ofensivo. Sus 7.1 pts y 5.2 rebotes de promedio siempre parecen pocos cuando el equipo pierde.
Del costado de Peñarol hay varias situaciones a detallar. La primera y principal es que no tiene tiempo de perder para corregir si quiere seguir en competencia. Llega al juego de hoy con la necesidad de un único resultado. Y necesita corregir varias cosas.
Si abrimos un esquema de comparación entre la victoria del lunes y la derrota del jueves ¿Qué fue lo más notorio? Como se debe recordar la ecuación es: todo lo que hace un equipo menos lo que el rival no le deja. Es decir, es posible que las fallas hayan sido mejoras defensivas del rival. Veamos.
Peñarol lanzó 5 tiros de campo menos (70 y 65) y el único dato saliente es que tuvo mucho mejor porcentaje de dos puntos en la victoria que en la derrota (56% contra 42%). Luego el resto de los datos se parecen, en porcentajes y cantidad de tiros tomados, rebotes, asistencias y pérdidas. ¿Entonces?.
El lunes la rotación de Leo Gutiérrez hizo que Gianella y Cochran llegaran con mucha más energía al final del juego, donde marcaron significativas diferencias. El jueves no fue sorpresa y Bianchelli anotó la ecuación contestando (con un equipo más corto) una relación de cambio/espejo.
El lunes las diferencias las sacaron a partir del pick and Roll de Cochran y de Gianella. El jueves Quilmes ajustó detalles pero también contó con la colaboración del “milrayitas” que jugó mucho menos esta acción ofensiva. En los tiempos que corrió de atrás Peñarol atacó guiado por la pasión, el deseo y la enjundia pero poco pensamiento, casi todo fue: un pase un tiro. Así le fue mal hasta que Gianella los regreso a la vida a pura puntería con 4 triples. Pero sin juego de dos x dos, sino con acciones de rompimientos que suplieron su ausencia.
A Peñarol no le puede significar una molestia que Eric Flor anote más de 20. Cuando ganó Flor hizo 28, en la derrota 23, es decir a veces es negocio que el escoltar goleador del rival lleve a su equipo a la anarquía. Aunque debe marcarlo, lógicamente, para que no sea factor decisivo. Hay mucha inquietud por este tema en la marca de Karl Cochran sobre Flor, donde el escolta extranjero deja en evidencia falencias en su costado defensivo, pero esto se nota más cuando a la hora de compensarlo en el área ofensiva pasa de anotar 17 pts a solo 9 pts (como el jueves).
El otro gran termómetro de la ofensiva Milrayitas es Pettigrew, quien se erige como un jugador vital. Su participación suele ser un factor decisivo para la victoria o derrota. Pasó de 18 pts y 7/9 de campo a 10 pts y 4/7 TC. Lo contuvieron bien con ayudas permanentes pero también entró muy poco en el circuito ofensivo del milrayitas a pesar de jugar mucho: 37:47.
Como todos los equipos de la Liga en esta etapa lo importante es ir encontrando el andamiaje ideal que se adapte a la estructura del plantel. Peñarol ha dejado en claro que rotará mucho, ya que mete 6 cambios (rotación de 11) ya en el primer tiempo. Ahora debe sacarle provecho a este factor con su velocidad y energía, situación que es natural que sea con altibajos cuando todo recién comienza, aunque (como ya fue dicho) hoy los márgenes de errores sean mínimo.
Hora: 20.00
TV: TyC Sports
Árbitros: Oscar Britez – Leandro Lezcano - Ariel Rosas
Estadio: Polideportivo Islas Malvinas
Pablo Tosal
Pick & Roll
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