Hace rato que Gregg Popovich se convirtió en leyenda, de los San Antonio Spurs y de la misma NBA. No puede determinarse un momento preciso en el que la imagen del entrenador haya trascendido su propio presente, pero sin lugar a dudas su legado en el básquetbol mundial ya es gigante.
Con la victoria de anoche de sus Spurs, “Pop” se convirtió en el sexto entrenador con más victorias en la historia de la NBA alcanzado la número 1.156. Asimismo superó nada menos que a Phil Jackson, un entrenador que ya no está en actividad, que quedó con 1.155. El próximo en la lista es George Karl, quien se encuentra a solo 19 triunfos (1.175).
La grandeza de Gregg Popovich como entrenador no se reduce a sus logros; al margen de todas las victorias y de sus cinco anillos de campeón (1999, 2003, 2005, 2007 y 2014), Popovich instaló en la NBA una forma de trabajar distinta y contracultural de uno de los deportes más populares de los Estados Unidos. Su filosofía caló hondo en Texas y se propagó a través de toda la liga, algunos adquiriendo cuestiones para sus propios equipos, y otros quizás en el simple y honorable hecho de reconocerla.
Ya nadie se acuerda que los máximos directivos de la NBA - con David Stern a la cabeza - maldecían el hecho de que los Spurs alcanzaran las finales ya que eso significaría una merma en el rating televisivo, porque los Spurs eran “aburridos”. Aquello quedó lejano, bien atrás. Hoy la “cultura Pop” llegó a la selección de los Estados Unidos dándole paso a una nueva era en la USA Basketball, que tendrá su punto de partida en China 2019.
Gregg Popovich no hará alarde de sus logros, pero ser leyenda estando en actividad no es para cualquiera.
Sebastián Ciano
Twitter: @Seba_Ciano
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