La temporada 2000/01 se presentaba como un gran desafío para Sergio Hernández y su equipo, Estudiantes de Olavarría. Venían de ser campeones al derrotar en una agotadora serie a siete juegos a Atenas de Córdoba. Pero la situación para este año era críticia: se habían marchado Rubén Wolkowisky (con destino a los Seattle Supersonics de la NBA), J.J. Eubanks (pieza clave en la anotación) y, por último, Nicolás Gianella optó por marcharse al Viola Reggio Calabria de Italia.
Pese a las bajas, el club tuvo la solvencia de obtener al interno Gabriel Fernández –integrante de la Generación Dorada que obtuvo los Juegos Olímpicos de Atenas 2004-, suplantó a Eubanks con un jugador de renombre en nuestra liga como Byron Wilson, quien provenía de Quilmes de Mar del Plata.
Por último, y no menos importantes, fueron trascendentales las contrataciones de Paolo Quinteros y Gabriel Díaz. Por un lado, un joven entrerriano que tuvo tres años en el Torneo Nacional de Ascenso (TNA) en el club La Unión de Colón. Tenía fe en su tiro y eso fue suficiente para el Oveja Hernández. Por otra parte, el Tucu, un jugador que ya contaba con experiencia, arribó con la misión de aportar la jerarquía necesaria.
Además, también en ese equipo daba sus primeros pasos Federico Marín, hoy un jugador de varias batallas en la Liga Nacional. Tampoco hay que olvidar al rendidor Dwayne McCray, pieza clave del goleo. Y no hay que dejar de lado el rol del potencial de Daniel Farabello.
La Liga tuvo como firme candidato al título de principio a fin. Al cabo de la fase regular, el equipo de Sergio Hernández fue mucho más que Atenas de Córdoba, uno de los grandes contendientes de la Liga, y lo supero por tan solo un punto: 54 a 53. El récord del equipo 24-6, pese a no terminar de convencer a todos.
La segunda fase tenía rivales de jerarquía: el mencionado Atenas, Peñarol y Quilmes de Mar del Plata, Libertad de Sunchales, Regatas y Belgrano de San Nicolás y Boca Juniors. En un formato de disputa de ida y vuelta, el conjunto de la ciudad de Olavarría quedó al frente del torneo por medio punto sobre el Griego: 52 a 51,5. De esa manera, se aseguró el primer lugar del equipo, la ventaja deportiva y tener un poco de descanso al arrancar recién en los cuartos de final.
Allí lo esperaba Estudiantes de Bahía Blanca, quien en la fase anterior sorprendió a Regatas (SN). Pero el equipo no tuvo piedad, lo destrozó de local y de visitante y barrió la serie 3-0 (130-97, 95-91 y 93-89).
En semifinales, lo aguardaba Boca Juniors, quien se había sacado de encima a Belgrano. Ahí tuvo un inicio prometedor con una paliza en casa 112 a 86, pero para sorpresas de muchos falló en el segundo juego y cayó en el final del encuentro 91 a 89. Las dudas recayeron sobre el equipo, pero el Bataraz salió adelante. Fue a la Bombonerita, ganó sendos juegos (91-86 y 95-85) y decretó su acceso a la final de la Liga Nacional por segundo año consecutivo.
Nadie creía que se podría llegar a dar un bicampeonato. Venía Libertad de Sunchales, quien se cargó a un extenuado Quilmes de MDP que había dado el batacazo al eliminar a Atenas con desventaja deportiva.
En el primer encuentro, no sufrió grandes secuelas y finalizó por delante en el marcador 111 a 100. Tuvo mucha determinación el binomio McCray (28 puntos) y Wilson (27 tantos), quienes volvieron loco al equipo del Loro Daniel Maffei.
En el segundo juego, Libertad dio un giro en la serie y se llenó de confianza. Triunfó 85-84 con un libre a falta de nueve décimas de Mariano Cerutti. Una dolorosa pérdida de balón de Gaby Fernández decantó en un triunfo para el Tigre, que anhelaba con dar la vuelta en casa.
En ese juego, McCray no estuvo fino (siete unidades) y solo respondieron Byron Wilson, con 17 tantos, y Víctor Baldo, con 16 puntos. Del otro lado, Facundo Sucatzky apareció en todo su esplendor con 21 unidades para comandar la alegría del elenco santafesino.
En el Hogar de los Tigres, Estudiantes se tomó revancha y volvió a dar vuelta el resultado a su favor. Recuperó el factor cancha con un triunfo 100 a 83. Anuló a Sucatzky, sufrió a Cerutti, pero tuvo un final a todo fuego de Byron Wilson, quien anotó 11 de sus 17 puntos en el tramo final del encuentro. Con el aporte del foráneo, sumado a los 20 tantos de Gabriel Fernández, Estudiantes quedaba más cerca del título.
Volvió a pisar fuerte en Sunchales el Bataraz. Fue arrollador desde el segundo cuarto y no soltó nunca más el liderazgo del juego para imponerse 96-82 y quedar a un juego de asegurarse un nuevo título de Liga Nacional.
Byron Wilson se erigió como la figura del partido con un total de 37 puntos, en lo que fue una de las actuaciones más sobresalientes en una final de Liga Nacional. Baldo, quien siempre fue un gran soldado de la segunda escuadra del equipo, concluyó con 18 tantos extras para reforzar el goleo.
La serie se volvió a Olavarría, donde el clima parecía favorable al equipo local. El juego arrancó con dos equipos muy nerviosos. Sin embargo, con el correr del reloj, Estudiantes se asentó en el campo de juego y sacó 20 unidades de diferencia al descanso (62-42). Tras el entretiempo, el rumbo del partido no cambió.
El dueño de casa castigó en los momentos claves y solo quedó esperar la espera del final del juego. Fue un contundente 132 a 99 para cerrar 4-1 la serie y ponerle el moño a un año inolvidable para el Bataraz, que no sólo logró la Liga Nacional sino también la Copa de Campeones, el Panamericano de Clubes y la Liga Sudamericana.
Síntesis:
Estudiantes (132): G. Fernández 1, D. Farabello 5, B. Wilson 31, D. Mc Cray 13, G. Fernández 21; fi; P. Quinteros 23, V. Baldo 8, G. Díaz 5, T. Owens 11, F. Marín 6, D. Mansilla 5 y N. Lorenzo 3. Entrenador: Sergio Hernández.
Libertad (99): F. Sucatzky 8, M. Ceruti 25, C. Farabello 8, A. Ferrari 12, R. Carter 29; fi; G. Mikulas 0, J. Benítez 9, R. González 0, W. Cordero 5, G. Domínguez 0, O. Catón 3 y L. Chiavassa 0. Entrenador, Daniel Maffei.
Parciales: Estudiantes, 27-25, 62-42 y 92-71
Arbitros: Raúl Chaves, Eduardo Bellón y Pablo Estévez.
El equipo del campeón:
Gustavo Fernández, Daniel Farabello, Byron Wilson, Dwayne McCray, Gabriel Fernández, Paolo Quinteros, Gabriel Díaz, Víctor Baldo, Trelonnie Owens, Federico Marín, Darío Mansilla y Nicolás Lorenzo, 3. DT: Sergio Hernández.
Juan Ignacio Alburquerque
@JuaniA10
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