Así se goza mucho más

• 06/11/2006
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Infartante. Emotivo. Festejado. Gozado. Muy gozado. Regatas se recuperó. Pero no fue un triunfo más. Por la envergadura del rival y por la manera en que lo consiguió. La angustia acompañó a cada una de las 3.500 almas que hicieron caso omiso a la torrencial lluvia que azotó el suelo correntino anoche y se enrojecieron las gargantas luego que Diego García clavara ese tiro inverosímil que practicó desde más o menos nueve metros, ahorcado por el reloj. Fue el 77-76 para Regatas. Fue frustración plena para Libertad, de Sunchales, que pudo haberlo ganado en la última acción (quedaban escasos 3”8) pero Cleotis Brown, quien se encaminaba a ser gran figura, no pudo con la defensa regatense al límite y se desató el delirio.

Valió la pena la espera (el juego se inició 45 minutos después al horario pactado por la humedad que brotaba del parquet en el Estadio de los Sueños). Porque Regatas dejó atrás el duro revés que significó –primero– la derrota del viernes con Ben Hur (79-69) y –mucho más– la lesión de Diego Romero (probablemente hoy se confirme que sufrió la rotura de ligamentos cruzados). Entonces, se mantiene al acecho de Sionista, de Paraná, que es el líder absoluto de la Zona Norte, al completarse anoche la 10ª fecha de la Liga Nacional de basquetbol 2006/07.

Fue un éxito tremendo el de Regatas, que a la baja prolongada de Alejandro Montecchia, le adhirió la lesión grave de Romero y una repentina contractura en el aductor de Roberto López, que le impidió desenvolverse con normalidad (ingresó como relevo y jugó apenas 6.53 minutos). A todas ese handicap, Regatas le expuso corazón, garra, coraje y su público lo supo recompensar con una ovación en el final legítima.

Aquel tiro lejano de Diego García, quien fue otra vez figura aportando 38 puntos a la causa, provocó el festejo desenfrenado. Por ejemplo de Gonzalo García, que salió disparado corriendo hacia el vestuario a modo de desahogo por una epílogo cargado de matices.

No importó que en los 38, 39 minutos posteriores Regatas no había mostrado lucidez en ataque; acaso sirve de ejemplo el hecho de tirar casi la misma cantidad de triples que dobles (25 contra 23), acusando las limitaciones para penetrar la marca férrea montada por Libertad. Pero hubo una estrategia que le permitió mantenerse en partido a los del parque Mitre. La defensa zonal. Este sistema hizo que Libertad librara su suerte a los tiros de 3 puntos, que no le dieron mayor satisfacción, pese al discreto 33% de efectividad: 10 de 30 acertó.

Fue clave, también, que Diego García surgiera en todo su esplendor cuando Jason Keep, una preocupación constante para Libertad en el poste bajo, estuvo contenido. Claro, el escolta santafesino convirtió la friolera de 20 puntos en el segmento final. Por eso no extrañó la exclamación de una aficionada apenas finalizado el juego: “Da gusto tenerlo de nuestro lado a Diego García”. Mucho habrá que agradecerle, es cierto, como también lo es que las agallas que mostró Regatas anoche tienen que servir como trampolín anímico del equipo de Gonzalo García.
Ahora vendrá una gira muy complicada por Santiago del Estero y Córdoba, donde lo recibirán –respectivamente– los recuperados Quimsa y Atenas, el próximo fin de semana.

Síntesis
Regatas Corrientes (77): Hernando Salles 7, Diego García 38, Carmelo Lee 0, Bruno Ingratta 0, Jason Keep 19 (FI); Sebastián Acosta 10 y Roberto López 3. DT: Gonzalo García.

Libertad (76): Diego Alba 13, Cleotis Brown 25, Diego Cavaco 13, Andrés Pelussi 13, Dionisio Gómez 2 (FI); Leopoldo Ruiz Moreno 3, Jorge Benítez 2, Martín Müller 0, Marcos Saglietti 0 y Pablo Moya 5. DT: Carlos Bualó.

Parciales: 12-20, 36-35 (24-15), 51-57 (15-22) y 77-76 (26-19).
Árbitros: Marcelo Latorre y Gabriel Tarifeño
Cancha: Estadio de los Sueños (3.500 personas).
Foto: Gentileza Diario Época
Autor: Carlos Zeniquel (h) - Diario Época

Otra derrota de Central

Central Entrerriano sigue sin poder encontrar el rumbo y volvió a perder en casa. Anoche, en un partido parejo y donde los baches que tuvo Central en el tercer cuarto fueron decisivos, Atenas le ganó 83 a 79, con un mejor cierre de los cordobeses, que con la sapiencia de Osella y Lábaque, terminaron llevándose una victoria sin que le sobre nada, dejando otra vez a Central confundido y inmerso en sus propios problemas, por ahora sin resolución.

Fue un partido donde Central estuvo bien en el primer cuarto cuando atacó, con Dentis y Ford dominantes en adentro, mientras que Osella empezaba a convertirse en figura determinante para la visita, que tuvo también el buen aporte del Negro Malara.

Central volvió a evidenciar problemas defensivos, dejó crecer a Osella en la pintura y permitió muchas segundas opciones, pero pudo maquillar esos errores con una buena noche de Ford y Martin en ofensiva, más la lucha de Dentis y un buen pasaje del Gaby Díaz. Con un doble de Ford sobre la chicharra, el rojinegro se fue arriba en el primer cuarto 28 a 27.

Pero Atenas apareció con otra actitud en defensa y tomó las riendas del juego a partir del segundo cuarto. Osella ya era incontenible en la pintura, Figueroa suplió en buena forma a Lábaque, que tuvo un momento donde se peleó con la gente y se olvidó de jugar.

Como su recambio entró derecho, Malara siguió sumando y Williams ayudó a Osella adentro, los cordobeses se dispararon por 6 puntos en un rato.

Central seguía dando ventajas atrás, pero soluciuonaba sus errores con un buen ingreso de Gustavo Martín, que quitó un par de bolas y convirtió dos dobles seguidos, más la potencia de Dentis, que pese a tener más minutos por la ausencia de Simoni, fue importante en el juego interior del rojinegro.

Con Atenas ganando por un punto se fueron al descanso largo, pero los cordobeses hicieron mejor las cosas y volvieron a desnudar flaquezas defensivas de Central en el tercer cuarto. Milanesio mandó a la cancha al gigante Taylor para desgastar a Central, mientras que Romero entró con un triple y Williams mostró algo de su repertorio, para que Atenas saque 15 puntos en un rato, ante un Central perdido en la cancha, sin claridad en ataque y con un balance defensivo que daba todas las ventajas posibles.

Recién en los minutos finales del tercer cuarto el rojinegro cambió la actitud, con el ingreso de Rivero y Martina para pelear un poco más en defensa y con Martin y Dentis animando al equipo en ataque. Así Central terminó 8 abajo el tercer parcial y siguió en remontada hasta ponerse en juego en los primeros minutos del último cuarto.

Levantó Trovellesi en la conducción, Rivero aportó goleo y Eric Martin siguió fino para el aro, así Central se puso a tiro y empezó a vislumbrar la chance de ganar el juego.

Ya a esta altura, los árbitros Smith y Cameronés habían cometido varios fallos, pero en el tramo final fueron un concierto de errores para un lado y otro, pitando faltas inexistentes y dejando jugar ante otras groseras infracciones, dejando que el juego se desmadre.

Central lo empató con un triple de Rivero, pero luego Atenas encontró en Taylor y Osella la llave para poder ganarlo. En el cierre, el “Griego” estuvo certero en la línea y Central volvió a fallar en los tiros finales, primero con un lanzamiento mal tomado por Ford y enseguida con un triple del Piitu que jugueteó con el aro.

Después, Atenas no falló en los libres y el triunfo se lo llevaron los cordobeses, porque fueron mejores en líneas generales y supieron aguantar el embate final de Central. El rojinegro todavía sigue sin poder encontrar el esquema de juego que el técnico pretende. Sin defender y con arrestos individuales en ofensiva, Central tiene que cambiar.

Síntesis
Central Entrerriano (79): Martín Trovellesi 11, Gabriel Díaz 7, Eric Martin 17, Sherell Ford 14, Ezequiel Dentis 13 (FI); Juan Manuel Riveros 10, Emiliano Martina 3 y Gustavo Martín 4. DT: Martín Guastavino.

Atenas (83): Bruno Lábaque 14, Lionel Schattmann 3, Fernando Malara 10, Fred Williams 12, Diego Osella 16 (FI); Juan Pablo Figueroa 8, Cristian Romero 8, Terrell Taylor 12 y Pablo Barrios 0. DT: Mario Milanesio.

Parciales: 28-27, 44-45, 60-68
Árbitros: Roberto Smith y Sergio Cameronez.
Estadio: José María Bértora - Gualeguaychú
Autor: Daniel Serorena - Diario El Argentino