Obras ganó en una noche triste

• 13/12/2006
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A esta altura se puede afirmar que una maldición pesa sobre Regatas Corrientes. Le hizo frente como pudo a una serie de lesiones que no le permitieron encontrar el nivel de juego pretendido durante gran parte de la temporada y ahora vuelve a padecer por problemas físicos. En este caso nada menor. Porque se teme que Alejandro Montecchia haya sufrido el corte del tendón de Aquiles en su tobillo izquierdo, en ocasión del partido que el equipo del parque Mitre perdió 83-74 ante Obras, por la 6ª fecha (segunda fase) de la Liga Nacional de basquetbol.

Restaban poco más que dos minutos de juego cuando el “Puma” Montecchia quiso ir a buscar su propio rebote, después de intentar un triple. Dio la impresión de ser un resbalón sin consecuencias, pero por desgracia no lo fue. Quizás el pésimo estado del parquet en el escenario “tachero” haya jugado una mala pasada también, sin embargo con los antecedentes “negros” de Regatas...

Lo concreto es que el base campeón olímpico enseguida hizo gestos de profundo dolor y el temor por que se tratase de una seria lesión se apoderó de todos los presentes, enmudeciendo por completo el estadio. Fueron minutos de profunda angustia y ansiedad, máxime viendo que el propio Montecchia se tomaba la cabeza como lamentándose por algo grave.

Obviamente, ante este dramático cuadro de situación, la definición del partido únicamente ya podía servir para las estadísticas.

Los dirigentes y allegados a Regatas presentes aceleraron los medios para trasladar a Montecchia a un nosocomio. Aunque el diagnóstico que vaticinaron desde el entorno “remero” es que esté comprometido el tendón de Aquiles.

Vale recordar que el bahiense, de 34 años, venía de estar inactivo durante 51 días después que se resintiera de un desgarro en el bíceps isquiotibial de la pierna derecha. Por tal motivo se lo llevó despacio. Y justo cuando empezaba a tomar ritmo de competencia le sucede esta lesión que, Dios quiera, no incida directamente en su carrera. Ojalá sea nada más que un susto...

Pero el karma de las lesiones siguen perturbando a Regatas. A los desgarros mencionados de Montecchia (incluyendo cuando se resintió) hay que sumarles las mismas patologías padecidas por Roberto López y Bruno Ingrata, quienes todavía hoy tienen secuelas del tiempo que estuvieron inactivos. Aunque el más doloroso resultó el de Diego Romero, a quien debían intervenir ayer de la rotura de ligamentos cruzados e internos de su rodilla izquierda (por tal motivo se lo reemplazó con Román González).

No quedará otra que prender velas a todos los santos. Primero para que lo de Montecchia no sea lo que la mayoría teme; y segundo porque mañana habrá que presentarse en Mar del Plata, ante un Quilmes en alza. Aunque la verdad hoy Regatas (y el ambiente del basquetbol en general) se angustia más por el “Puma” que por eventuales derrotas...

Obras, por su mejor defensa

Hablando estrictamente de lo deportivo, Obras lo ganó porque tuvo más determinación a la hora de cuidar su canasto. La defensa, esa que Regatas logró mostrar en cuentagotas, fue la llave del éxito por 83-74, en uno de los partidos adelantados de la 6ª fecha (segunda fase) de la Liga Nacional de basquetbol.

No obstante, en el primer cuarto se vio un mejor Regatas. La “manija” la tomó Montecchia y guió al resto con acierto, mostrando equilibrio para atacar y ganarle el parcial 25-19 a un Obras que dependió más bien de los aportes de Field y Chaer.

Aunque pareció reaccionar el local de la mano de Olmedo (clave en la gestación del juego) y se puso 24-25 transcurrido sólo un minuto del segundo período. Así y todo, Regatas lucía algo más ordenado y sacó una pequeña luz (35-26) promediando el segmento. Importante fue que se involucraran los hombres grandes en el andamiaje ofensivo; Keep y López no siempre colaboraron en puntos (5 ambos) sino que la circulación por la pintura ayudó para abrir marcas.

Pero Obras empezó a incrementar su intensidad defensiva para entorpecer los avances visitantes, al punto que Regatas no convirtió por el lapso de cinco minutos. Coincidió el pasaje de “sequía” con el ingreso de Román González, quien debutó a los 14:32 de partido y acusó el cansancio de su largo viaje desde Arabia, aunque denotó personalidad al mostrar presencia en ambos costados de la cancha.

Entonces Obras aprovechó para pasar al frente (40-37, a los 19’) con más de Olmedo y el acompañamiento de Chaer y Calvi. La sensación, sin embargo, era que Regatas en cualquier momento lo podía quebrar siempre y cuando se convenciera de su potencial.

Empero el principal ítem a cubrir era la defensa. Y Regatas falló en ese aspecto. Por contrapartida, Obras mostró mayor predisposición sin la pelota y obtuvo réditos en el score alcanzando una ventaja interesante (58-47). Recién se activó una luz de alarma en los del parque Mitre, que se desdoblaron en defensa y no le permitieron a su adversario anotar durante cuatro minutos. Un gran pasaje de Regatas que, a veces corriendo, se puso adelante 60-58 entrando al último cuarto.

Volvió a fallar la concentración en el tramo decisivo para Regatas y, vaya casualidad, actuando otra vez como visitante (el record negativo crece: 2-8). Obras hizo gala de su defensa y maniató a un Regatas que poco a poco quedó preso del nerviosismo. Olmedo llevó los hilos con criterio e hizo jugar al resto, en el que ninguno se destacó por encima de otro. Cuando sucedió lo de Montecchia (ver aparte), Obras sacó una máxima de 78-66 y definió el partido.

Síntesis
Obras Sanitarias (83): Ezequiel Lamas 0, Daniel Chaer 16, Byron Wilson 15, Fernando Calvi 14, Tyler Field 15 (FI); Julián Olmedo 11, Silas Mills 11, Patricio Rodríguez 1 y Federico Pollio 0. DT: Pablo Dastugue.

Regatas Corrientes (74): Alejandro Montecchia 10, Diego García 17, Sebastián Acosta 7, Roberto López (x) 10, Jason Keep 17 (FI); Ron Selleaze 11, Hernando Salles 2, Román González 0 y Bruno Ingratta 0. DT: Gonzalo García.

Parciales: 19-25, 41-40 (22-15), 58-60 (17-20) y 83-74 (25-14).
Árbitros: Pablo Estévez y Mario Aluz.
Estadio: Obras Sanitarias (400 personas).

Gentileza: Carlos Zeniquel (h) – Diario Época