La noche menos pensada

• Pablo Tosal (ptosal@pickandroll.com.ar)
• 29/01/2007
• (32 comentarios )

En la nota previa que antecedía la fecha 14ta que se jugó anoche nos preguntábamos ¿Qué Cambió en Quilmes para dejar la punta y ser tan irregular?. Quilmes tocó fondo y dio una muestra más que esta perdido y con una realidad muy diferente a la que terminó con un carnaval el 22 de diciembre pasado. Deportivo Madryn le hizo pagar caro todos los errores y por momentos plasmó tal superioridad que parecían inversas las posiciones en la tabla. El conjunto sureño desnudó en 40 minutos un festival de problemas en el cervecero.

Madryn ejerció a voluntad su superioridad que traía en el terreno de lo hipotético con sus tres pivotes definidos (Andy Rodríguez, Ale Burgos y Claudio Chiappero) sacó ventajas sobre los dos de Quilmes (Calderón y Robinson). De todos modos, más allá de las irregularidades, Quilmes se imponía en el tercer cuarto 58-55 a falta de 2:50. Pero Deportivo Madryn cerró con un parcial 13-0 y se disparó 10 puntos arriba (58-68).

Desde allí Quilmes fue un manojo de nervios a la deriva. Y sobre todo un equipo caído mentalmente. El Huevo salió caliente del vestuario y dijo que ponía la renuncia a disposición de los dirigentes. Luego su familia influyo para que cambiara la posición y siga con el equipo. ¿Todo por 40 minutos?

Madryn tomó 19 rebotes ofensivos en el partido y cada pelota dividida fue a parar a manos de la visita y en el 90% de los casos terminaban con una conversión. La defensa de Quilmes fue deficitaria en casi todos los aspectos. Vulnerada incluso en su fuerte hombre a hombre. Ensayó un triángulo y dos para correr a los tiradores y buscar el rebote en zona, pero nada, el equipo de Fabio Demti siempre tuvo una respuesta a mano. Cuando el partido se abrió a una diferencia de 10 puntos, Quilmes demostró que su momento anímico es muy bajo, con caras largas en cada cambio instrumentado desde el banco, con desgano absoluto para volver a defensa, con falta de criterio para atacar.

Cronológicamente hay dos partidos en uno. El primero va desde el minuto cero al veintisiete. Fue parejo, con vaivenes, con rachas, pero parejo. En el primer cuarto (como siempre) arrancó mejor Quilmes (11-4) pero un parcial 13-3 de la visita devolvió favores. Chukie Robinson (9 pts) en Quilmes y Rayan Carroll en Madryn (9 pts) eran los estandartes.

En el segundo cuarto siguió el partido como un subibaja. Se prestaban la delantera del juego y atacaban con similares vicios y virtudes. Mientras Quilmes seguía con un intratable Robinson (20 pts 9/12 en dobles) Madryn lo tenía a Carroll (19 pts 3/5 en triples). De todos modos ya se vislumbraba una tendencia: la visita tomó 11 rebotes ofensivos en el primer tiempo, casi todos con conversión en la segunda instancia.

El tercer cuarto duró hasta el minuto siete, donde Quilmes ganaba 58-55. El cervecero probaba con un equipo liviano, sin pivote, con Carabajal, Ginóbili, Juan Pablo Sánchez, Stanton y Esteban De la fuente, era una formación más por “decreto de necesidad y urgencia” que por convicción pero daba resultados. Madryn había perdido el gol de Carroll, y no podía lastimar con los internos. Pero llegaron los dos minutos finales y el cuarto cerró con un parcial 13-0 con goles de todos los colores, pero sobre todo de contraataque tomando a Quilmes muy a contra pierna, sin respuestas físicas (o anímicas en realidad) para retornar a defensa.

Cuando comenzó el último cuarto la diferencia de 10 era descontable para un equipo con capacidad de lucha, pero Quilmes lució mentalmente fuera de reacción alguna. Madryn abrazó su libreto, no se desconcentró nunca y tuvo un último cuarto de Jonatan Treise descomunal, manejando los hilos, jugando para él y para sus compañeros, aprovechando cada error del rival. Burgos fue la muralla china y Carroll siguió encendido (6/10 en triples).

Cuando llegó el final, como un boxeador que esta grogui y alguien desde el rincón tira la toalla, el paraguayo Martínez le entregó la pelota al árbitro restando 20 segundos. Fue la imagen justa del momento que se vivía, un jugador franquicia, en bajísimo nivel, carente de respuestas, y un resultado que terminó abochornando a los locales. En tanto el puñado de visitantes y los jugadores explotaban con el corazón a mil, sabiendo que en este sendero el pronóstico para ellos pinta soleado, despejando para la tarde.

Síntesis
Quilmes (82): Sebastián Ginóbili 10, Javier Martínez 15, Ramzee Stanton 15, Chukie Robinson 26 y Pedro Calderón 8 (FI); Juan Pablo Sánchez 5, Agustín Carabajal 3 y Esteban De la Fuente 0. DT: Oscar Sánchez.

Deportivo Madryn (102): Jonatan Treise 13, Ryan Carroll 34, Maximiliano Maciel 14, Andrés Rodríguez 6 y Alejandro Burgos 15 (FI); Cristian Cadillac 5, Claudio Chiappero 2 y Derrell Washington 12. DT: Fabio Demti.

Parciales: 20-21, 43-44 y 58-68
Árbitros: Fernando Sampietro - Sergio Cameronez.
Estadio: Once Unidos (1300 espectadores)

Foto: Majo Gil (mjgil@pickandroll.com.ar)

Pablo Tosal
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