• 18-05-2024
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Alquiló a los Reyes Magos

Un cierre de partido como el viernes ante Independiente se da pocas veces en el torneo. Quilmes lo repitió con una dosis aún superior de incertidumbre apenas 48 horas después. Tal vez por eso el delirio de la gente, que festejó la victoria como un campeonato.

¿Qué tiene Quilmes para cerrar los juegos así?. Suerte, es inevitable decirlo. Pero se dice que a la suerte hay que ayudarla. En principio el amor propio de sus jugadores. Son el eterno Rocky Balboa de las películas. Le pegan, esta herido y sigue de pie persiguiéndote. Luego una disciplina táctica de la que escapan sólo por necesidad. Y finalmente la sangre fría de un asesino para pensar en los minutos finales. Casualmente cuando su rival solo quiere llegar al final.

Quilmes mereció ganar… tanto como Estudiantes. El albo tuvo un mejor comienzo de juego. “Necesitamos ponerle la pelota a nuestros internos, tenemos que jugar con ellos”, le anticipó Guillermo López a la transmisión de Pick and Roll. Este equipo tremendamente perimetral consigue de promedio 35 puntos entre Pablo Gil y José Muruaga.

Y la táctica pergeñada por su técnico salió muy bien. León Smith demostró cualidades de un tipo que no debería estar jugando esta liga. Podrá decirse de él que estará chapita, pero más bien se hace. Recibía en el poste bajo y sacaba ganchos, semi ganchos, contra giros para lastimar una y otra vez el aro quilmeño. Entre él y Levy mostraron el camino inicial de su equipo.

Quilmes respondió por la misma vía. Lo tuvo a Ezequiel Dentis como el hombre más efectivo en ataque y los internos quilmeños sumaron entre todos 10 puntos. Luego Hall y Salles se encargaron del resto. Era un partido de alto goleo, de escasas defensas.

En el segundo cuarto Estudiantes mejoró la defensa del juego interior, coincidente además con el descanso de Dentis. Romero no entró igual que el viernes. Hall estaba indetenible (15 pts en el primer tiempo). Como Levy no producía el técnico Albo lo mandó a Juan Manuel Torres a la cancha y el pibe rindió en plenitud.

El partido, muy parejo, dejó un primer tiempo (41-42) con altas y bajas para los dos. Por un lado, Quilmes debía trabajar sobre León Smith y Estudiantes sobre Hall. Reynolds estaba desaparecido.

El tercer parcial fue del cervecero que se encargó de golear a puro triple (5/7), lastimó con Reynolds y Dentis en la pintura y lo tuvo a Maciel inspirado (4/4 en triples). El cervecero como pocas veces metió 26 puntos en el parcial. Pero cuando un equipo está dulce en ofensiva se olvida de defender. Y en vez de tomar una diferencia de 10 puntos permitió que Estudiantes saque gala del buen equipo ofensivo que es.

León Smith (7) y Juan Manuel Torres (8) se combinaron para sumar 15 de los 23 puntos de la visita en el cuarto. Dos triples de Pedro Franco, en absoluta soledad, fueron reflejo que la defensa de Quilmes marcaba a pálpito. Reynolds y Dentis no podían con los internos rivales.

Para el segmento final volvió Diego Romero por la quinta falta de Dentis y el equipo logró emparejarse un poco en defensa, con más caudal de ayuda al juego interior. Pero es lógico. Quilmes jugó su foco defensivo al perímetro, Pablo Gil (3 pts) y Muruaga (7) aportaron el 30% de los puntos que, combinados, habitualmente aportaron. Pero se destaparon los internos. Incluso Levy estaba controlado. ¿Entonces?. Fueron Smith, Torres, Mariano Franco y el segmento final de Pedro Franco los que lideraron a Estudiantes.

Con un parcial 6-0 (fue un partido de vaivén) Quilmes pasó al frente 74-72 a falta de 4.30. Pero un par de Triples de Mariano Franco, más León Smith llevaron a Estudiantes a un parcial favorable 2-8. A falta de 50 segundos la visita ganaba 76-80. Parecía cosa juzgada. Salles corrió toda la cancha, Safar no quiso tomar un triple de siete metros y habilitó a Salles que metió un triple muy incómodo (79-80). Desde allí al final comenzó el juego del corte con falta y la angustia.

Quilmes lo detenía con falta a Estudiantes, y como la diferencia era de tres, Estudiantes lo cortaba a Quilmes para mandarlo a la línea. A falta de 5 segundos con el marcador 84-85, Pedro Franco fue nuevamente a la línea. Erró el primero y metió el segundo. Al haber errado uno (84-86) Estudiantes ya no podía cortar. Debía defender la última bola. El “Pini” Salles, tomó el balón y en una rápida carrera y un largo slalom fue esquivando rivales hasta llegar a la línea de tres. Sin más tiempo lanzó a la carrera y la pelota entró limpita. Faltaban 5 décimas. Quilmes se olvidó de marcar y se dedicó a festejar, Pablo Gil lanzó de aro a aro, pero el milagro ya estaba hecho. Era de Quilmes.

Estudiantes, aún mareado por el abrupto desenlace, se quedó cantando el tango “Desencuentro”… justo cuando dice “Ni el tiro del final te va a salir”. Quilmes extendió un festejo que parecía un campeonato.

Se acostumbró a matar y vivir en un segundo. Son las victorias más festejadas, pero debe tener cuidado, porque un día un hincha se va a morir en las tribunas. No estaría mal, todo sea por amor.

Síntesis

Quilmes (87): Hernando Salles 21, Antwon Hall 15, Maximiliano Maciel 15 (x), Antonio Reynolds 11 y Ezequiel Dentis 10 (x) (FI); Diego Romero 5, Selem Safar 10, Sebastián Porta 0 y Facundo Piñero 0. DT: Oscar Sánchez.

Estudiantes (86): Pedro Franco 14, Pablo Gil 5, Mariano Franco 15, Jamaal Levy 6, León Smith 25 (FI); José Muruaga 7 (x), Gerardo Barrera 0 y Juan Manuel Torres 14. DT: Guillermo López.

Parciales: 22-24, 41-42, 67-65
Árbitros: Roberto Smith y Fabricio Vito.
Estadio: Once Unidos (1100 espectadores).


Foto Majo Gil (mjgil@pickandroll.com.ar)

Pablo Tosal
www.pickandroll.com.ar

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