• 18-04-2024
  • Buenos Aires, 15°C

USA, España y Rusia no defraudaron

Cómodo debut de una buena España

Cómodo debut de España en los Juegos Olímpicos, batiendo a China por 97-81 en un día de mucho acierto ofensivo. Otra buena noticia fue recuperar a los tocados Marc Gasol, Sergio Rodríguez y Navarro, a buen nivel. Pau Gasol, máximo anotador español con 21 puntos

Comenzar unos Juegos Olímpicos nunca es fácil, y hacerlo con incidencias físicas y con un rival tan atípico como China multiplica la extrañeza. Por ello, lo más importante era empezar a jugar, sentirse cómodos, recuperar a los lesionados y coger el ritmo necesario para encarar partidos más complicados.

Y así fue: España dio buena cuenta de China y tuvo momentos de mucha fluidez y buen baloncesto. Distó de ser un rodillo defensivo, pero tampoco fue necesario para doblegar a su tímido rival.

La superioridad interior de España condicionó el partido. No tanto estadísticamente, sino en la dinámica: los asiáticos se cargaron de faltas intentando frenar a la selección española, concedieron tiros abiertos que Calderón (12 puntos), Rudy (7), el ‘tocado’ Navarro (14) y compañía no perdonaron, y ni siquiera pudieron contener a Pau Gasol (21 y 10 rebotes) y Serge Ibaka (17 y 5).

En cuanto a los tocados, Marc Gasol salió de inicio y jugó mucho, sin conseguir marcar diferencias pero cogiendo ritmo. A Juan Carlos Navarro le costó empezar a enchufar, pero acabó yéndose a los 14 puntos y 18 minutos de juego con varias canastas de las suyas. No parecía jugar mercado, como tampoco Sergio Rodríguez cuando entró en el último cuarto y se regaló un triple y una asistencia como debut olímpico.

A España le costó arrancar. Concretamente, tardó 5:16 en anotar su primera canasta en juego tras fallar sus seis primeros tiros y solo acertar en 3/6 tiros libres. Calderón abrió la lata y aunque China se puso 3-7 arriba, los de Scariolo pronto tomaron el mando con la puntería exterior de Calderón (11pt en el primer cuarto) y la inmensa calidad interior de Pau Gasol (7 en ese tiempo), mandando por 19-17 al final del primer cuarto.

Pero si algo marcaba el partido eran las faltas personales. El cuadro asiático tenía como premisa impedir la recepción de balón a los interiores españoles y las faltas y los tiros libres eran constantes. Liu Wei cometía la tercera y le seguía Yi Jianlian, el hombre más enchufado del partido (13 puntos sin fallo y 7 rebotes en 11 minutos en la primera mitad); China se desmembraba y España empezaba a sumar con continuidad desde el tiro libre: 13/20 al descanso por 1/3 rival. Con ello, se pasó del ajustado 33-31 a cinco minutos del final a 40-31 con cinco tiros libres y una canasta de Ibaka.

Primer despegue, continuado a base de triples. El ‘cerrojazo’ chino, con una zona e impidiendo a España recibir con claridad, abría la cancha y facilitaba los tiros abiertos. Rudy, con dos triples al filo del descanso, puso una máxima de 12 (51-39) que China solo contrarrestaba con el base Chen Jianghua (cinco puntos seguidos, 12 al descanso). El segundo cuarto estaba siendo espectacular y España lo cerró de la mejor forma: palmeo de Pau Gasol sobre la bocina, 34 puntos en 10 minutos y 53-41 a camino de vestuarios.

Sin agobios en la segunda mitad
El tercer periodo comenzó con una gran noticia, dos canastas del recuperado Marc Gasol. Un triple de su hermano mayor significó la mayor renta, 60-46, una ventaja amplia y que relajó un poco a España. Las rotaciones, cierta relajación y el tremendo acierto de Yi Jianlian (6 puntos seguidos, acumulando ya 21) redujeron la renta nacional a solo la mitad, 67-60.

Los primeros minutos del último cuarto trajeron el debut olímpico de Sergio Rodríguez, que en sus dos primeros ataques anotó un triple y dio una asistencia para prácticamente sentenciar el encuentro (76-62, m.32).

España estaba enchufada y el partido, camino de una resolución clara. Las canastas entraban una detrás de otra y poco importaba que Yi Jianlian siguiera metiendo tiro tras tiro hasta acabar con 30 puntos; el choque estaba sentenciado y los últimos minutos fueron un mero intercambio de canastas hasta el 97-81 final.

Nota: Pablo Malo de Molina - acb.com


Kirilenko y Shved hacen lucir a Rusia ante Gran Bretaña

Rusia se gusta en su debut. Con la extraordinaria actuación de Kirilenko y Shved, no dan opción a Gran Bretaña, que no mostró mayores argumentos en el debut de sus Juegos

Rusia no pudo empezar con mejor pie los Juegos Olímpicos. Mostrando un gran nivel de baloncesto, con dos jugadores (Alexey Shved y Andrei Kirilenko) rindiendo a un nivel estelar y pasando por encima de la selección anfitriona (95-75), una Gran Bretaña con ganas de gustar. El triunfo ruso deja al conjunto de David Blatt como líder del Grupo B tras la primera jornada gracias a sus 20 puntos de ventaja.

Gran Bretaña había empezado muy fuerte, con un ritmo muy rápido y tiros a los pocos segundos de posesión, que le empezaron dando sus frutos (7-11). Aunque los rusos contrarrestaron rápidamente con dos triples consecutivos (Khryapa y Shved). El enérgico juego de los locales –sin aparente miedo a cometer errores– desconcertaba a un conjunto ruso habitualmente serio que estaba cometiendo más pérdidas de las habituales.

Desde buen inicio, Luol Deng era el centro orbital de los ataques británicos. Especialmente vigilado por su rival desde el minuto uno, el ataque de los locales se mostraba menos fluido cuando su estrella no podía recibir el balón. Rusia, a medida que Kirilenko respondía con su omnisciencia habitual e su imponía el buen criterio ofensivo –explotando su superioridad en el juego interior–, lograba marcharse en el marcador (24-19 al final del primer cuarto). Ya fuese con una buena circulación de balón o con muestras de talento (como la de Shved inventándose un tiro exterior al final de la posesión), Rusia iba hallando su sitio en la pista, forzando a Gran Bretaña a cometer errores con los que acabar construyendo canastas fáciles.

Rusia se distanciaba por 11 puntos a mitad del segundo cuarto (36-25), con los británicos inmersos en un absoluto colapso mental ofensivo y los euroasiáticos con sus automatismos a máximo nivel de eficiencia e, incluso, gustándose, corriendo la pista con un Kirilenko resolutivo. El parcial de 8-0 (38-25) a favor de los de Blatt se veía baloncestísticamente reforzado por un juego vistoso.

Tras el tiempo muerto de Chris Finch, los locales parecieron recomponerse ofensivamente, con una canasta al poste bajo de Mensah-Bonsu y un triple de Clark en la esquina (40-30). Aunque Rusia había bajado un punto sus prestaciones, seguían encontrando formas de anotar, para mantenerse en la decena de puntos de ventaja. Sobre todo de la mano de un estelar Andrei Kirilenko, que hallaba una y otra vez el modo de dejar atrás a los defensores británicos (17 puntos al descanso).

La diferencia en el paso por vestuarios (49-34) daba buena cuenta del gran nivel mostrado por los rusos, ante un conjunto británico que, si bien acusa los problemas del final de la preparación (con un puñado de jugadores lesionados), se mostraba lejano en cuanto a capacidad y funcionamiento grupal.

Entre Mensah-Bonsu y Deng, los británicos encontraban la fórmula para que Gran Bretaña se mantuviera en el partido, aunque Rusia nunca daba el suficiente margen como para dejar creer en la victoria. Ya fuese con el trabajo de Kirilenko o con el desparpajo anotador de Shved –o con la combinación de ambos–, Rusia terminaba jugando cómoda (62-46, min. 25).

El guion se repetía, ahora con buenas aportaciones de Joel Freeland y un viejo rockero como Nate Reinking. Pero la nueva pareja de los Timberwolves, Shved-Kirilenko, rendía a un nivel superlativo, que hacía de las aspiraciones británicas algo quimérico.

Y eso que los esfuerzos de Deng eran fructíferos. Con 12 puntos en el tercer periodo, volvió a colocar a los suyos a 10 tantos (66-56), pero Rusia alternaba algún error con jugadas de altísimo nivel, que enterraban una y otra vez las esperanzas del público londinense. Las 10 asistencias de Shved eran una buena muestra de lo capaz que se mostraba el conjunto de Blatt de trenzar fáciles acciones ofensivas, ante un conjunto británico débil.

Y, hablando de estrellas, Luol repetía ataque a ataque sus acciones para tratar de acercar a los suyos en el marcador. Y, pese a al término del tercer cuarto ya sumaba 22 puntos (en 22 tiros lanzados), Gran Bretaña seguía por debajo (71-58). Terminaría con 26 tantos (en 27 tiros), 7 rebotes y 3 asistencias.

Pero poco hay que hacer cuando dos genios de tan distinta naturaleza como Shved y Kirilenko ponen todas sus condiciones a disposición de un poco común show ruso. Por separado, sus números son de escándalo. 35 puntos (14/17 en tiros de campo), 4 rebotes, 2 robos, 1 asistencia y 3 tapones para el alero; 16 puntos, 13 asistencias, 6 rebotes y 3 robos para el base. En conjunto, el resultado es mucho mayor, pues añade una bellísima conexión, plagada de alley-oops, velocidad y despliegue de talento y control sobre el parqué del Basketball Arena londinense. Si a eso se une la efectividad de Vitaly Fridzon, el resultado es un ataque ruso por momentos demoledor.

En el último periodo, Gran Bretaña pareció dejar de intentarlo, y Rusia se fue hasta la veintena de puntos de ventaja, dejando completamente finiquitado un partido de total dominio ruso (95-75), que empiezan el campeonato a muy buen nivel.

Estados Unidos no se despeina y vence cómodamente a Francia

La subcampeona de Europa fue un mero juguete en las poderosas manos del campeón olímpico. Estados Unidos barrió a Francia (98-71) y demostró por qué es la gran favorita para el oro. Los franceses aguantaron el primer cuarto, pero no pudieron con el vendaval ofensivo que les llegó en los siguientes treinta minutos.

Fácil triunfo de Estados Unidos contra Francia en el primer partido de la gran favorita al oro en Londres 2012. Los americanos tardaron un cuarto en arrancar, pero una vez lo lograron, fueron imparables para una selección gala apática con un Parker gris (10 puntos, una asistencia y 4 pérdidas). Los mejores por EE.UU.: Kevin Durant (22 puntos y 9 rebotes) y LeBron James (9 puntos, 8 asistencias y 5 rebotes).

Estados Unidos empezaba la defensa de su trono olímpico ante la, probablemente, única selección de todo el torneo que puede tutear a los americanos en cuestiones físicas. Francia empezó a circular muy bien el balón en sus ataques, pero la defensa estadounidense era impenetrable. Además, se demostró el buen trabajo en la preparación del choque al ver cómo encerraban a Parker tras defender los bloqueos altos de Turiaf. Así, Estados Unidos empezó dominando.

Sin embargo, Francia dio mucha guerra en un primer cuarto marcado por la igualdad y por los fallos en los tiros de tres. Después de diez lanzamientos -seis estadounidenses y cuatro galos-, un tiro sobre la bocina del base Bokolo significó el primer acierto desde más allá de 6,75. Con ese triple, Francia cerraba un primer gran cuarto, cediendo solo un punto de ventaja a la campeona olímpica: 22-21.

Pero, como en casi todos sus partidos de preparación, Estados Unidos demostró que una vez que encuentra su ritmo de partido, es virtualmente imparable. LeBron James se encargó de dar fluidez a la ofensiva de los de Coach K, y con dos asistencias y un triple, cimentó un parcial inicial de 12-0. Francia reaccionó, gracias sobre todo a las continuas faltas en defensa por el uso excesivo de las manos. Sin embargo, los tiros desde la línea de personal no eran suficientes para acercarse a unos americanos que encontraron en Kevin Love su arma oculta. Dos puntos del de los Wolves obligó a Collet a pedir tiempo muerto (40-28, min. 26).

No sirvió de mucho, y de la mano de un Kevin Durant implacable -15 puntos al descanso-, del trabajo ´´all-around´´ de LeBron (5 puntos, 6 asistencias y 4 rebotes) y del aporte de Love (7 puntos), Estados Unidos se marchó a los vestuarios con una cómoda renta de 16 puntos: 52-36.

Ni Tony Parker ni Nicolas Batum estaban dando la cara, o no al menos como se presuponía de las dos grandes estrellas francesas. El alto nivel defensivo de los estadounidenses siguió siendo así tras la reanudación. Por si no fuera poco, Durant y Kobe abrieron el fuego en esta segunda mitad con dos triples, situando la ventaja en 22 puntos.

Francia intentó mantener a raya a sus rivales, pero en ningún momento encontraron la manera de hacerlo. La capacidad reboteadora y verstalidad de Carmelo Anthony, los vuelos de LeBron James, la dirección de Deron Williams,... Estados Unidos fue una máquina de baloncesto en el tercer cuarto, demostrando que muy pocos equipos en este torneo le pueden hacer cara. Durant y Love se encargaron de borrar cualquier esperanza gala en la recta final del tercer acto (78-51).

Con todo solucionado, el último cuarto careció de interés e intensidad, una vez se apreció claramente la desazón francesa, que no tuvo en Parker su necesario líder para soñar siquiera con un triunfo. Solo sirvió para que Kryzewski diese minutos al novato Anthony Davis, así como para que Kevin Love -que acabó con 14 puntos- y otros jugadores de poco peso en la rotación como Harden o Iguodala tuvieran sus oportunidades brillar.

Al final, Estados Unidos se llevó un cómodo triunfo por , dando la sensación de no haber dado todo lo posible, ante una Francia floja, sin ideas y reservada.

fuente: acb.com



COMENTARIOS (0)

DEJA UN COMENTARIO