Gerlero: “El cuerpo técnico nos hacía sentir importantes a todos”

• Pablo Tosal (ptosal@pickandroll.net)
• 21/05/2013
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Regatas Corrientes funcionó como equipo en la temporada, allí acaso radicó una de sus principales virtudes para lograr los títulos de la Liga Nacional de Básquetbol, el Súper 8 y la Liga Sudamericana. Uno de los que aportó para que esto sucediera fue Miguel Gerlero, el alero cordobés que reconoció la importancia del cuerpo técnico encabezado por Nicolás Casalánguida para tener “alertas a todos” constantemente.

El jugador de 25 años y 1,95 metros, que tiene una temporada más de vínculo con Regatas, dijo a época: “Es una alegría enorme la que estoy viviendo, a pesar de que hace poco estoy en la Liga Nacional, que me pasen estas cosas me ponen muy contento y quiero agradecer a mis compañeros, porque se armó un gran equipo y estamos contentos de haber terminado de esta manera”.

“A pesar de ser un equipo largo, el trabajo del cuerpo técnico nos hacía sentir importante a todos -valoró-. Y teníamos que estar todos atentos a esperar nuestra oportunidad porque siempre alguien puede tener una mala noche y debe saltar otro a cubrirlo. En los partidos, cualquiera pudo haber sido la figura y eso es muy positivo y habla bien de nosotros como equipo”.

Para Gerlero la serie ante Lanús no fue la primera definición, aunque él diferenció: “Cuando fue con Atenas era un cambio muy grande que hacía el club, con cambio de entrenador y la mayoría de los jugadores, después de perder una final (la de la temporada 2009/10 ante Peñarol). Entonces jugamos tranquilos, sin tantas presiones, se nos dio un buen año y llegamos a la final (tampoco pudieron con el “milrayitas”). La diferencia con este proceso en Regatas es que de entrada el objetivo era el máximo. Si miramos las declaraciones de los jugadores, técnico y dirigentes, coincidían que el objetivo era ganar la Liga (Nacional). Nosotros desde el primer día acá en Regatas nos preparamos para lograr eso. Tuvimos la suerte cumplimos los tres objetivos que nos habíamos propuesto (sumaron además los títulos del Súper 8 y la Liga Sudamericana) y si veías trabajar todos los días al equipo, te dabas cuenta que estaba muy enfocado en cumplir todas las metas”.

Más adelante, el Nº10 explicó que “las discusiones por ahí son normales en un equipo de básquet. Pero siempre se generan buscando el bien del equipo y por querer ganar. No recuerdo ninguna que haya sido con mala intención, sino todo lo contrario. Por eso también quiero destacar la tarea del técnico, que siempre le mostró respeto al equipo y sabía manejar muy bien esas situaciones”.

Lejos de atribuirse injerencia en determinadas noches, Gerlero dijo que “partidos puntuales no recuerdo mucho pero en lo personal me iba muy contento cada vez que ganaba el equipo, siempre tratando de ayudar cuando me tocaba entrar a la cancha. A veces no me salían las cosas, a veces sí y a veces no. Pero el sello mío es demostrar cada vez que entro a la cancha muchas ganas, esa es mi forma de jugar”.

La carrera de Miguel tuvo un obstáculo serio por una lesión en los ligamentos cruzados. Sin embargo, su fortaleza mental lo ayudó a salir adelante. “Fue en mi último año de juvenil, en 2009 cuando estuve en Quimsa -recuerda-. La verdad que se me pasaron muchas cosas por la cabeza porque tenía que operarme, estar seis meses afuera y al año siguiente ya era mayor, ocupaba ficha de mayor. Me mentalicé en recuperarme bien, en prestarle mucha atención a la rehabilitación para volver con todo. De hecho, al año siguiente, bajé una categoría y jugué el TNA, con el objetivo siempre de estar en la Liga, porque es lo que quería. Y hasta el día de hoy tengo que seguir cuidando la rodilla, porque eso me va a permitir jugar”.

Además, Gerlero contó que en Regatas le tocó como compañero en las concentraciones a Nicolás Romano, con el que “nos llevamos bárbaro. Fue una temporada muy larga y a lo último hasta como que estás cansado hasta de viajar, porque son diez meses viéndole más la cara a ellos que a mi familia. Pero con ‘Nico’ nos llevamos muy bien y eso la verdad que ayuda. Aunque todo el grupo fue muy bueno, lo cual te permite también trabajar con muchas más ganas y ni hablar si te acompañan los resultados”.

Por último, Gerlero contó: “Yo de chico practicaba muchos deportes, no solamente básquet. A mi familia le gusta mucho el deporte. Después vi que lo podía tomar como un medio de vida y seguí haciéndolo. Pero sin dudas que mi familia tuvo mucho que ver para que llegara a donde estoy hoy”.

Diario época