• 19-03-2024
  • Buenos Aires, 15°C

La creatividad del pobre

Hay que tratar de pasar lo más rápido posible el dolor de la derrota. ¿Saben por qué duele? Porque creíamos que podíamos ganar. Cuando se planta una ilusión no alcanzarla genera frustración y dolor y todos pensábamos que se podía ganar hoy. Y no pasó. Encima con un cara que poco tiene que ver a lo que se venía mostrando.

Pero cuando el dolor de la derrota ceda un poco nos dejará pensar un poco más tranquilo lo que ya sabemos: no se perdió nada y se ganó todo. Y por supuesto hay algunas cosas por decir de la final como enseñanza.

Ahora que volvemos a quedar los de siempre, la gente del básquet, se entiende lo que pasó, sin dudas que esto ha sido un hito en la historia de nuestro básquet.

Salvo Luis Scola que se enojaba cuando le mencionaban la palabra “sorpresa” todo el resto, incluidos sus compañeros y cuerpo técnico saben bien que es una sorpresa lo que pasó. Claro que lo fue.

El capitán eligió el camino del convencimiento y la confianza y él sabrá por qué lo hizo. Pero nosotros sabemos que no es verdad y que no esperábamos estar en la final. Ni siquiera esperábamos estar en semifinales. Y de hecho, la victoria más festejada del campeonato fue ante Serbia en los cuartos de final cuando Argentina hizo temblar al mundo y demoler todos los mitos de una sola vez.

Pero que Tayavek Galizzi se plante mano a mano con Gobert no era algo que esperemos, ni siquiera que se pueda pensar, porque eso no es lógico. Pasaron cosas extraordinarias, todas válidas y repletas de básquet que nos pusieron por encima del rival, salvo en la final.

El camino recorrido por esta selección fue el camino del peregrino que marcha en austeridad por caminos extraños buscando un lugar sagrado.

En silencio, con trabajo y siempre pensando que tenía todo para llegar: voluntad, sacrificio, disciplina y coraje. Sentir la diferencia a favor del otro, del rival, del oponente activa la creatividad, el ojo atento, y por supuesto, minimiza el riesgo de tomar malas decisiones.

Es la creatividad del pobre la que brinda sorpresas. Ser menos que el rival te pone a imaginar situaciones extraordinarias, tomar riesgos, aventurarse a decisiones poco convencionales. Como fue dicho en estas páginas, lo que quiere un equipo que no tiene la fortaleza de su rival es romper el status quo.

Y es exactamente eso lo que pasó en la final. España se agachó y llegó como la selección menor con una Argentina que a través de los extraordinarios partidos jugados desbordaba confianza. Argentina hasta la final era la mejor selección del torneo, pero la taba se dio vuelta y de ser una “sorpresa” había que pasar a ser una afirmación. Como suele decirse, de ser siempre punto había que tomar la banca.

En el análisis de “Ayer no es hoy” decíamos que la selección del 2002 no tenía puntos de referencia con esta de China 2019, no eran lo mismo, pero sobre todo porque el mundial se había transformado en un Campeonato Mundial de Entrenadores.

Y por primera vez en todo el torneo el planteo del rival fue superior al Argentino. La creatividad del que hace algo diferente fue la de España. El entrenador Sergio Scariolo utilizó la misma idea que tuvo ante Serbia y mandó a Pierre Oriola (6 pts y 7 reb) de titular para detener a Scola. Un soldado contra un capitán. Oriola, que jugó 13 minutos de promedio en el torneo, siempre como suplente, lo mandó de titular en la final.

El jugador del Barcelona no lo hizo tan bien ante los serbios pero fue soberbio en la final. Al igual que la segunda unidad del juego interior, con Juancho Hernangomez (11 pts, 5 rebotes, 2 recuperos, una tapa y 0 pérdidas) y Willy Hernangomez (11 pts, 3 reb, 3 tapas, 1 recupero y 0 perdidas) jugando de una manera soberbia.

España apostó a que su segunda unidad lleve soluciones ante la idea que Argentina siempre blockeó el plan “A” de todas las selecciones que enfrentó. Controlaron el ritmo para que Argentina no imponga sus condiciones, negaron el pase del juego interior con una defensa de la segunda línea deslumbrante, corrigieron cuanta bandeja quiso tirar Argentina en la zona interior y redujeron las opciones a que nuestra selección tome el tiro de tres.

Argentina, frustrada como nunca antes, erró casi todo lo que tiró de tres puntos e incluso llegó un momento que ya no quiso tirar más. Perdió su ADN, su esencia, al ser maniatada desde lo táctico. También había en la cabeza de los jugadores argentinos un deseo de ganar, de ser campeón, que se volvió otra mochila más para llevar al campo. Ya no era tirar por tirar, total que importa perder, ya había algo para perder.

Este mundial de estrategias y tácticas se lo lleva España que, al igual que su oponente de hoy, fue de menor a mayor. Sorteó con inteligencia a Italia (67-60), avisó de lo que era capaz con Serbia, sufrió (y zafó) ante Australia, pero dio el cimbronazo final con una tarea deslumbrante en la final.

Queda en los últimos 40 minutos la demostración de orgullo que dio la Argentina, jugando su peor partido del torneo, siendo dominada por completo desde lo táctico, que siguió empujando y luchando sin rendirse y estando 11 abajo tiró un triple para ponerse a 8 faltando 2.40 (Scola desde el eje). A veces es así y Dios mira para otro lado.

Esta selección que despertó amores y emociones como no recuerdo otra haya hecho sin haber ganado un título jugó un básquet excelso y no lo pudo coronar. Queda la bronca de haber jugado una mala final, pero cuando saquemos esa espina del cuerpo se podrá respirar un aire de futuro, un aire fresco de una selección que nos devolvió la alegría.

@pablotosal

COMENTARIOS (4)

Pablo 16/09/2019

Es un placer leer tus comentarios. Una péna que no estes en la TV, junto a Jacu y Ale Perez, porque es inmenso tu conocimiento. Cuando creo que tengo claro que es lo que vi por la TV, te leo y me sorprendo y veo lo poco que se. Lo unico, parece que te molestara que por unos días el basket se convierta en masivo. Algo como que te jodiera que hasta el playero, o el politico o el ama de casa opine de TU deporte. Raro, cuando siempre buscaste la masividad de este hermoso deporte

Responder
carlos de j 16/09/2019

NOS GANÓ EL UNICO DE LOS GRANDES QUE NOS RESPETÓ , EL QUE NOS ESTUDIÓ , PLANIFICÓ E HIZO TODAS LAS CORRECCIONES NECESARIAS Y LE DIERON RESULTADO. ARGENTINA NO PUDO HACER SU JUEGO SIMPLEMENTE PORQUE NO LO DEJARON. ESTA MEDALLA DE PLATA , VALE ORO.

Responder
jorge 16/09/2019

Coincido Pablo, la final desnudó el deficit de nuestra querida seleccion, EL JUEGO INTERIOR. DIMOS MUCHA VENTAJA EN EL JUEGO INTERIOR. Durante todo el torneo Argentina lo pudo disimular muy bien con los altos porcentajes en triples, y una media cancha que defendio como una jauria de perros, pero cuando no entraron los triples, como paso en al final, sufrimos. Argentina tuvo su partido mas flojo justo en la final, Y CUANDO DIGO ARGENTINA INCLUYO JUGADORES Y CUERPO TECNICO, POR PRIMERA VEZ ARGENTINA FUE SUPERADA EN TODO EL TORNEO, POR UNA ESPAÑA QUE NO ERA MUCHO MAS QUE ARGENTINA, PERO SCARIOLO Y SU STAFF PLANTEO MEJOR EL PARTIDO QUE HERNANDEZ Y STAFF. PERO YA PASO, FESTEJEMOS ESTE LOGRO INMENSO DE NUESTRA QUERIDA SELECCION!!! ORGULLOSOS NOS SENTIMOS POR REPRESENTAR TAN BIEN A NUESTRO QUERIDO BASQUET ARGENTINO!!!} AHORA VIENE TOKIO 2020, HAY 8 o 9 JUGADORES INAMOVIBLES, CON 2 o 3 AJUSTES EN EL PLANTEL, COMO SER: FRANCISCO CAFFARO POR GALLIZZI Y LEANDRO BOLMARO POR LUCIO REDIVO, Y SI PODEMOS SUMAR ALGUN OTRO COMO SER DANIEL AMIGO o JUAMPI VAULET ARGENTINA VA A ESTAR MUY BIEN DE CARA AL FUTURO!!!!. PERO ESTA VEZ.... POR FAVOR.....SIN DAR VENTAJAS....NI LA MAS MINIMA VENTAJA....NI UN CENTIMETRO DE VENTAJA ... VAMOS ARGENTINA!!!!

Responder
Lobo 16/09/2019

Muy buen análisis, coincido. En este campeonato de las estrategias, no es que España tuvo una mejor estrategia que Argentina, tuvo más opciones y jugó bien. Como bien dicen por ahí, lo nuestro fue absolutamente sorpresivo, por eso es doblemente meritorio, aunque a Scola le moleste, y me extraña de un conocedor de este juego. Argentina necesita internos altos para dar ese paso que le falta, no hay otra...podés ganar uno o dos partidos frente a equipos con altura, pero el que tiene buena altura para su juego interior posee más opciones para plantear mejores estrategias, y eso a este nivel es fundamental. Hasta que F. Caffaro y tal vez Joaquín Lallana estén listos, tendremos que intentar nacionalizar algún lungo de algún país que no le de bola al basquet. Digo yo, Walter Tavares, el del real Madrid, mide 2,21 y es de Cabo Verde, no querrá ponerse la celeste y blanca?

Responder

DEJA UN COMENTARIO