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Palabra de especialistas

Todavía ni se ha sentado Jorge Faggiano, pero los dos periodistas le preguntan: --¿Volvés a jugar? --No, qué voy a volver. Ya no estoy para esos trotes... --contesta. Y ellos siguen, porque no pueden con su genio: ambos son bahienses, especialistas y apasionados por la naranja.

Uno, Enrique Nocent, “Quique”, lleva más de 45 años ilustrando sobre básquetbol, desde que ingresó en “La Nueva Provincia” en 1957, y, por ejemplo, su empuje fue decisivo para la creación de la Liga Nacional en 1984.

El otro, Juan Carlos Meschini, entrega conocimientos en LU2 Radio Bahía Blanca desde 1978 y comenta los partidos que televisa el canal TyC desde 1995. Hay que frenar a los dos periodistas. Que paren la pelota: esta vez, son ellos los que están para responder.

Y también Faggiano, que es el jugador símbolo de la historia de Estudiantes (321 presencias en ocho temporadas) y preside la Comisión de Básquet Menor del club. ¿El tema de la charla? La posibilidad --seria, y por eso mismo dolorosa-- de que Bahía Blanca pierda su plaza en el principal nivel del básquetbol argentino. Hay que frenarlos, entonces. A los tres. Y secamente:

--¿Estudiantes desciende?
Faggiano: --Yo creo que hay grandes posibilidades. Nunca estuvimos en esta situación.
Nocent: --Es muy probable. Está todo dado para que suceda.
Meschini: --Yo tengo una esperanza, porque los playoffs (NdR: juegos eliminatorios que enfrentarán a Estudiantes, en desventaja de localía, con Ferro; será al mejor de cinco partidos y el que pierde, descenderá al Torneo Nacional de Ascenso) representan una instancia muy distinta a la fase regular. Son tres noches que tenés que estar iluminado. Pero es cierto que el equipo no da señales de mejoría. Y también que Estudiantes está camino al precipicio: este es el peor plantel de la historia.
Nocent: --Sí.
Faggiano: --El problema más importante es que este equipo no encuentra respuestas, ni deportivas, ni anímicas, ni económicas...
Nocent: --... hay indiferencia en la gente...
Meschini: --... total, y eso es lo más grave de todo.
Faggiano: --Si vos me preguntás: “¿Está tan lejos de Ferro?”, yo te digo que no.

--¿Y si tuvieran que apostar?
Meschini: --Yo me jugaría unos boletos a favor de Estudiantes.

--Claro, porque te pagarían 50 a 2...
(Risas).
Nocent: --Pero es que, además, Estudiantes nunca disputó una instancia de descenso y no veo la mentalidad necesaria en este grupo. Otros equipos están acostumbrados y es muy difícil ganarles.
--El mismo Ferro la jugó la temporada anterior. Y zafó.
Meschini: --Y eso que estuvo 2-0 abajo.

--¿Y si en Bahía, la Capital del Básquetbol y blablablá, nos quedamos nomás sin plaza?
Meschini: --Gran jolgorio en buena parte del país.
Faggiano: --Es verdad: hay muchos que están esperando nuestra derrota. Pero, bueno, creo que si Estudiantes cae al TNA la gente acompañará... en tanto vea algo responsable detrás.
Nocent: --No puede ser que de pronto acá no interese más el básquetbol. Algo tiene que despertar.
Meschini: --El torneo local interesa, “Quique”.
Nocent: --Pero yo me estoy refiriendo al básquetbol profesional. Me resisto a creer que haya dejado de interesar. El problema es que si Estudiantes cae, esa llamita, que quizá esté en piloto, puede apagarse.
Faggiano: --La gente no se acerca porque ve falta de seriedad y de respuestas deportivas.
Nocent: --No debería ser así, pero es real que si el equipo ganara el público iría.
Faggiano: --Es una lástima que hayamos llegado a esto.
Nocent: --Sí, pero una vez que quedó armado el plantel era fácil de imaginar un final así.
Meschini: --Y además está lo interno: las cosas increíbles que pasan, como que los chicos no coman o que les corten el gas y la luz...

--¿Qué les da: vergüenza o bronca?
Los tres: --Todo junto.
Meschini: --Hasta ganas de “matar” a alguien me dan...
Faggiano: --Antes yo no quería colaborar justamente porque veía estas barbaridades que trajo el fideicomiso (NdR: se refiere al vínculo entre el club y el empresario Pablo Nole, quien permanece en Europa desde hace meses). Leía el diario y decía: “Qué desastre”. Hasta que un día dije: “No puedo quedarme sentado. Me tengo que acercar”. Porque es como sucede en el país: para cambiar algunas cosas hay que involucrarse.

-- Eso mismo me respondió el “Chubi” Federico Susbielles cuando le pregunté por qué había aceptado la candidatura a intendente por el ARI.
Faggiano: --Para mí, es la única manera. Cuando en octubre nos arrimamos, vimos un panorama terrible: era un club sin nada, tierra arrasada, como para cerrar e irse. Hoy no digo que esté bien, pero al menos vamos a terminar jugando.
Meschini: --Lo que han hecho ahora, con Jorge como cabeza visible, es una depuración muy necesaria.

--Pero alrededor de Faggiano se ven figuritas repetidas... Y así, ¿cómo hacés para que la gente te crea?
Meschini: --Es distinto...
Nocent: --Antes no había ni el mínimo de sentido común.
Faggiano: --Además, no se pueden tomar decisiones definitivas porque todavía no están claros los alcances legales del fideicomiso. Lo ideal sería cortar y arrancar de cero. Pero no se puede.
Meschini: --Ahora: ¿por qué Nole vino, dijo que esta era la mejor plaza y puso como 800 mil dólares para enfrentar la deuda que había?
Nocent: --En su momento agregó que venía a ganar plata. Pero si no cuidás el negocio...
Meschini: --Pregunto: ¿no hubo lavado de dinero?

--¿Tendría que actuar un fiscal de oficio?
Faggiano: --No sé..., todavía no sabemos nada porque el día a día nos ocupa demasiado.

¿Un camino sin retorno?

--¿Por qué Estudiantes ha llegado a este punto tan triste?
Meschini: --Para mí esto nace el 7 de mayo de 1992, cuando Estudiantes pierde el playoff de semifinales contra GEPU, acá. Esa misma noche, calentita como estaba la cosa, los dirigentes tendrían que haber agarrado la recaudación y haber ido a las casas de los bahienses Néstor García (el entrenador), Marcelo Richotti [el base] y Juan Espil (el escolta) para decirles: “Muchachos, esta es una afrenta que Bahía no puede permitirse. Les renovamos los contratos, vamos por la revancha”. En cambio, los dejaron ir e intentaron traer a Diego Osella y a Héctor Campana (NdR: después de un coqueteo, ambos jugadores cordobeses firmaron para Banco Córdoba, club que desapareció velozmente). Se quedaron sin el pan y sin la torta. Y Bahía no es, con todo respeto, como San Luis o Venado Tuerto.

“Después de eso vino el desastre, incluso con dirigentes que quedaron en la calle. Había que reconstruir. Y cuando apareció el ”mecenas“, lamentablemente por una cuestión personal (Guillermo) Brandauer largó todo. Fueron dos tropezones terribles para Estudiantes. Para colmo, el último (Nole) llegó con aires renovadores, pero completamente ajenos al sentimiento local. El bahiense no admite ver jugadores equivalentes o inferiores a los de la ciudad vistiendo la camiseta del equipo representativo. Se me dirá: ”Los futbolistas de Olimpo son todos de afuera y está todo bien“, pero...

--... la historia de cada deporte es diferente.
Meschini: --Exactamente. Acá se tendría que haber formado la selección de Bahía, más un norteamericano. Fue la tercera oportunidad perdida. Y no es que esté en contra de los chicos que vinieron a ganarse el pan. Pero al sueldo le tenés que sumar casa y comida. Y si terminás sin darles nada...
Nocent: --Estoy de acuerdo con las dos primeras razones, pero no con la última, porque la Liga es profesional. ¿Cuántos nicoleños tienen Regatas y Belgrano? ¿Cuántos rafaelinos tiene Ben Hur? Trasplantar de golpe un equipo local a esa instancia, sin un rodaje previo, es mandarlo al ”muere“. (Los jugadores de Alem, Juan Ignacio) Jasen y (Juan Pablo) Rotta podrían andar, pero antes necesitan un primer contacto de adaptación.
Meschini: --”Quique“, ¿usted cree que Leandro González, Leonardo Rocca, Juan Manuel Fabi y algún otro del plantel de Liga juegan el torneo local?
Nocent: --Lo han jugado y les fue mal. (NdR: disputaron el de Segunda, y no ascendieron). Se trata, sin dudas, de un problema de personalidad. Normalmente, los jugadores profesionales tienen otra preparación; sobre todo, física.

--¿Volvemos a las razones de este presente?
Faggiano: --Se trata de un proceso de muchos años. Y somos muchos los que tenemos que ver, o porque no hicimos nada o porque no evitamos que otros hicieran.
Nocent: --La raíz nace cuando Bahía se queda con un solo equipo en la Liga: el retiro de Olimpo fue un mazazo del que nunca se pudo recuperar. Nos quedamos rengos, sin esa rivalidad sana que movilizaba la ciudad. Y otro problema es que de nuestra inmensa cantera surgen jugadores o muy buenos o de nivel intermedio; a unos no los podés retener y con los otros no te alcanza para ser protagonista.
Meschini: --Como si fuera poco, no conozco ningún jugador que haya pasado por Estudiantes y añore volver. Al contrario: a muchos, ni le menciones la palabra ”Estudiantes“...
Nocent: --Lo mismo sucede con los entrenadores.

--¿Será sólo por el club o también por la ciudad?
Meschini: --Por el club.
Nocent: --No sé, no sé.

Artífices de un destino sin Liga

--¿Bahía merece quedarse sin Liga?
Meschini: --Por la indiferencia que hay, me parece que sí. Que un ”tachero“ te pregunte: ”¿Adónde vas“, le contestes: ”A la cancha de Estudiantes“, y te diga: ”¿Por qué? ¿Qué hay?“, es muy fuerte...
Nocent: --... y hasta no hace tanto, estabas en Lima, en Montevideo o en cualquier otro lado y te decían: ”¿Bahía Blanca? Ah, básquetbol“.
Faggiano: --La ciudad, en algunos momentos, le dio la espalda a Estudiantes. Pero también es cierto que era muy difícil apoyar al club porque no había seriedad. Por eso creo que si nos salvamos y hacemos las cosas bien, la gente va a volver a creer.
--Si se salvara, ¿podrían vender la plaza?
Faggiano: --No sé.
--Y si descendiera, ¿seguirían?
Faggiano: --Hay que ver qué pasaría con El Nacional...
Nocent: --¿Para vos es positivo o negativo que El Nacional juegue el TNA?
Faggiano: --Es positivo.
--Hace poco, el dirigente Miguel Amodeo me aseguró que Estudiantes seguiría aunque descendiera.
Faggiano: --Para mí también. Pero antes que nada hay que resolver el fideicomiso.

-- Si hemos hablado de todo esto es porque existe una preocupación. Y hasta ahora, básicamente hemos girado en torno de las malas noticias. Pero los partidos contra Ferro todavía no comenzaron: ¿qué le dicen al plantel?
Faggiano: --Yo entiendo a los chicos...
Meschini: --... ellos no tienen la culpa.
Faggiano: --Por eso. Yo les pido, como dirigente y como hincha, que asuman el mal momento y que planteen: ”Lo que pasó, pasó. Cerramos los ojos y vamos todos en esta“. Pese a las mentiras que les dijeron (algunos todavía reciben mails de Europa con promesas de que van a jugar allá... y creen más en eso que en nosotros), que se metan de lleno y salven su orgullo.
-- ¿Y por qué un equipo que no ha mostrado espíritu en toda la temporada saldrá a comerles el hígado a los de Ferro?
Nocent: --Precisamente por esa razón yo lo veo tan difícil. Pero Jorge dijo una palabra clave.
--Orgullo.
Nocent: --Por supuesto. Y si además del orgullo tenemos a Hernán Montenegro preparado, Estudiantes puede.
Meschini: --Coincido: sobre Montenegro tendría que caer la mayor responsabilidad. Si los chicos lo acompañan y aparece el orgullo, está en condiciones de zafar. Ferro está apenas un escalón por encima y ganó las dos veces gracias a ”donaciones“: acá, estaba abajo por 15 puntos a falta de siete minutos, y en Buenos Aires Estudiantes perdió tres pelotas y recibió una tapa en los últimos segundos. Y Hernán no jugó ninguno de los dos partidos. Además, ambos tendrán presiones similares.
--Es que son, con Atenas, los únicos que comenzaron con la Liga. Pensar que un histórico se irá...
Meschini: --Terrible: uno desaparecerá. En fin: si la primera vale doble como en el truco, para Estudiantes son clave los dos primeros partidos. Ferro será local y deberá demostrar que es superior.
Faggiano: --Yo creo que este equipo puede.
Todos: --Ojalá.

Por Abel Escudero Zadrayec / Diario ”La Nueva Provincia“
Foto: Alberto Blanco-LNP

COMENTARIOS (1)

Marcelo Parrili 04/05/2003

El resto de los argentinos estamos ya medio cansados de la soberbia de los bahienses y de que vivan del pasado. Ahora tenemos que aguantar que le digan al país que el mismo será un “jolgorio” si se van al descenso o de que un empresario de dudoso antecedente diga que la Federación de Provincia desea penar a El Nacional por la compra de la plaza del TNA en plena temporada por “cuestión de envidia”. La verdad, me parece que los bahienses se siguen equivocando y se siguen sintiendo omnipotentes pero deberán observar la cruda realidad y de que ya prácticamente no existen dentro del básquetbol nacional, son sólo un recuerdo. Sólo con humildad y trabajo volverán a ser lo que fueron pero no con la soberbia de Meschini y de sus séquitos que lo acompañan.

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