San Martín siempre está. El prócer siempre da pelea y en la 22-23 no espera que pase algo diferente. El elenco que nuevamente será dirigido por Diego Vadell ya tiene una idea establecida para hacerla valer nuevamente. Un elenco, que, colectivamente espera hacer la diferencia y meterse de lleno en la conversación siendo un rival de peligro para cualquiera en el torneo.
Respecto del torneo pasado, tuvo varios retoques y bajas de peso. Sin Machuca, Mainoldi ni Ramírez Barrios en su roster, pero aún así, una base considerable con experiencia y velocidad para lograr su cometido desde la idea original. García tomará las riendas, y a diferencia de muchos, San Martín llegará con rodaje luego de su participación en la Liga Sudamericana sumado a la confianza obtenida tras la clasificación.
¿Adonde lo llevará su competitividad y defensa? San Martín aspira a meterse en la conversación, lidiar con sus bajones ofensivos y lograr algún golpe que lo tenga en la pelea grande. Tuvo en jaque a Instituto en semifinales la pasada temporada luego de deshacerse de Gimnasia con desventaja de campo y aspira a que su piso sea ese. Nada fácil considerando el nivel de rivales que se avecina, pero San Martín siempre está y la Liga lo sabe.
La presencia de Morris como extranjero cerca del canasto más un elenco consolidado, hacen de San Martín un rival de cuidado. Saiz encontró su norte en el plantel más las presencias de Solanas y Basabe como puntos fuertes y una base de vértigo, gol y buenas decisiones para ilusionarse. Habrá que ver que tan amplio será la plantilla a la hora de rotar y no recargar de minutos a los titulares.
Sin grandes brillos o lucimiento, San Martín buscará ser parte de la pelea en el campeonato. Nuevamente con la apuesta de pocos extranjeros, una base asentada, una banca confiable y una inicial batalladora con la defensa como bandera.
José Fiebig
@Josefiebig
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