Todo lo que pueda ir mal, irá mal

• José Fiebig (@Josefiebig en twitter)
• 10/06/2025
• (5 comentarios )

Argentina completó el peor torneo formativo de Americup en su historia. Suena duro pero la verdad no ofende. No solo no clasificó al mundial, sino que finalizó último dejando una muy pobre imagen y con muchas preocupaciones pensando en el futuro de las categorías a la hora competir a nivel internacional. Más que los pibes, el trasfondo y las elecciones son los problemas.

Posiblemente sea un análisis de decepción y hasta tristeza, y no solo abordando en resultados, sino en cómo se hacen las cosas con el trasfondo como eje, y estableciendo la Ley de Murphy en su esplendor, "todo lo que pueda ir mal, irá mal". Esta ley se refiere a la tendencia de los eventos negativos a ocurrir en el peor momento posible y a menudo de forma inesperada. ¿Fue inesperado? No, solamente algo que se materializó por variadas causas, y que nos obliga a rever la situación de verdad.

¿Por donde arrancar? No todas las camadas son exitosas, ni cumplen con los requerimientos que quisiéramos en talla, técnica o táctica, además que los jugadore siguen un periodo de aprendizaje constante en sus clubes (el cual sería interesante divisar para saber como utilizan a los jugadores potencialmente seleccionables, cuanto tiempo, en que posición, en cuantas categorías o con qué tipo de entrenamientos).

Siempre la idea es elegir a los supuestamente "mejores" y que puedan demostrarlo a nivel internacional, cosa que no sucedió desde el inicio. Quizás le recaemos a los convocados, aunque el problema no son ellos, sino de los que realizan la lista, la línea de juego (inexistente) que intentan recrear y exponiendo a jugadores que quizás no están para competir como parece, dejando de lado otros que tal vez estaban en condiciones.

Como viene sucediendo, la importancia que se generó en torno a la talla y encontrar elementos que se equiparen a nivel internacional hizo que perdiéramos el foco en las raíces. De esa manera, quizás podamos encontrar el faltante de otro tipo de jugadores, con otro tipo de biotipo funcional para nosotros (desde lo táctico o talla) y la competitividad pero no para "lo que desearíamos". Forzar nunca suena bueno, y menos en jugadores tan jóvenes con más o menos proyección.

Desde hace un par de camadas que Argentina no tiene un escolta tirador, un triplero, un par de chicos desequilibrantes que se salgan del esquema con capacidad anotadora o bien base con pase como eje (además del gol que siempre tiene que estar). Si bien cada vez las camadas están respondiendo en altura y ahí sí pudiendo cumplir con el requisito, los resultados parecen habernos dado la espalda. Ésta camada demostró extrañamente menos recursos de juego, técnicos y hasta actitudinales por momentos.

El Sudamericano U15 en 2024 dejó en claro las falencias como equipo y de los jugadores, sumado a lo que costó clasificar a la Americup U16 tras terminar terceros. Hubo cambios, pero casi nada pudo repararse y con un cuerpo técnico que tampoco ayudó. Una generación que, en la era NBA y enamorados de Curry más que la familia apenas haya ¡dos jugadores! Que sepan lanzar de afuera y el resto solo finte hacia el aro y con el espacio abierto.

Lamentablemente la Americup U16 nos colocó en un lugar sumamente sombrio y con pocas respuestas. Después de un prometedor inicio ante Dominicana (ganando 41-20 en solo 17 minutos), todo se desvaneció demasiado rápido. Nada ni nadie supo como contrarrestar los errores, los problemas y el equipo en general no mostró avances. Apenas se le ganó a México, y si bien ante EEUU podemos hablar de muchas diferencias físicas o de juego, el equipo perdió 42 pelotas prácticamente sin hacer pie o dar algo como equipo.

La ilusión era clasificar y llegar al mundial para olvidarnos algunas penas. Quizás hubiese sido peor el remedio que la enfermedad en ese caso, y no ir a fondo por los problemas de raíz que nos vienen castigando a nivel selección. Desde una elección profunda de jugadores, buscar las formas que evolucionen desde sus clubes, desde un inminente trabajo en conjunto, seguimiento, ampliar la preselección y dar el siguiente paso sea firme y no en retroceso.

Algunos nombres fueron interesantes, desde la presencia de Basualdo, el versátil Roth, Sandes con su tiro externo o bien Mathieu desde la base. Fueron dos jugadores 2010 que recién pisaron cancha contra EEUU quedando muy expuestos en su rendimiento o posibilidades. Internos con mucho para trabajar, un tiro externo que no apareció en casi ningún elemento ni una serie de pases o juego en conjunto que genere algo. Sin dudas que las caídas ante Brasil y México fueron un final doloroso por las formas y sin dar algo más.

A todo esto ¿Quién o quienes son los culpables o responsables? Al que le quepa el saco que se lo ponga. Será momento de repensar correctamente, y que los caminos empiecen a alinearse con la gente adecuada para no perder más camadas y que esto se convierta en una constante.

José Fiebig

@Josefiebig